Conquistado a mi suegra
Fecha: 05/11/2020,
Categorías:
Sexo con Maduras
Tus Relatos
Autor: Gabriel Ark, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... Estadio. La esperé por unos 10 minutos en el pilucho, hasta que de la multitud apareció ella, con su pelo alisado, sus labios bien pintados de rojo, con unos pantalones negros bien ajustados. Sumado a esto, unos botines bastante bonitos y sensuales, coronando todo con su chaqueta de cuero rockera. Mi emoción aumentaba con cada paso que daba, mis dudas también se acrecentaban, ¿tan elegante y sensual se ha puesto para mí, para nuestra cita? Y creo que la respuesta era sí. Su aroma me chocó de golpe, tenía ese aroma que tanto me gustaba. Nos saludamos con un beso en la mejilla, que por eso del destino llegué a sentir un poco de sus labios, pues justo ella corrió un poco su cara. Luego de eso me miró y sonrío de forma pícara.
-Tengo la noche libre para mí, así que supongo que después me invitarás a comer alguna cosita por ahí... tu sabes que no soy exigente - Me dijo de manera coqueta.
-Jajaja, por supuesto, el partido es sólo lo primero, tengo en mente un lugar perfecto para ir después.
Ya con esto mis dudas se empezaban a esclarecer, sólo quería que el partido pasase rápido y para al siguiente destino. Todo iba de forma favorable, Chile por suerte marcó 3 goles, en los cuales en dos ocasiones nos abrazamos celebrando. Noté muchas veces que ella me miraba de reojo y sonreía de manera coqueta. Fuimos soltando tensiones, y aproveché el hecho de que el estadio es muy helado para abrazarla en algunos momentos. Ella se dejaba y me decía que estaba muy calentito. ...
...
Terminado el partido y ya saliendo del estadio, ella me tomó del brazo como el padre llevando a la novia al altar. Nos fuimos caminando hasta que me preguntó a donde iríamos ahora. Le respondí que a un bar que a ella le encantaba en la plaza de la comuna.
Llegamos ahí y comimos algo tradicional, un bajón después del partido: papas fritas y unos sándwiches. Eso obviamente sumado a unas cervezas, que luego se le sumarían un par de piscos. La charla iba cada vez mejor, estábamos muy compenetrados, riéndonos y contándonos anécdotas, omitiendo que nuestra relación real era la de yerno-suegra.
-¿Te tinca ir a bailar? - me dijo Karen súbitamente.
Realmente esto me tomó por sorpresa, pero analizándolo rápidamente, ella lo había solicitado, por lo tanto tenía ganas y estaba dispuesta.
-Me tomas por sorpresa, ojalá que no se nos pase la hora nomas.
-No te preocupes, les avisé que no iba a llegar esta noche.
-Chuta, en serio? Y qué les dijiste para eso?
-Nada po, que voy a celebrar mi cumple en casa de una amiga y que me iba a quedar allá nomas - Me dijo sonriendo coquetamente.
No podía creerlo, ya esta sorpresa caló hondo en mí. Sentía que con esto ya tenía todo resuelto. Ella había aceptado mi invitación y aunque sin saberlo, ella ya se había tomado la atribución de pasar la noche fuera de su casa, sin que nada importase. Me paré y la tomé de la mano, nos fuimos directamente a la pista de baile.
Era música rockera de los 80', rock británico y latino. En ...