Como inicié como suggar baby 3
Fecha: 23/11/2020,
Categorías:
Jóvenes
Tus Relatos
Autor: Anapao, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Estaba totalmente emputecida, sólo deseaba que viera mi mensaje para dejarme ir a toda la serie de perversiones que Ernesto me solicitará, me preguntaba ¿Qué clase de cosas le gustarían a este hombre tan correcto en lo público? ¿Le gustaría el sexo anal?... sólo recuerdo haberlo hecho cuando me cuidaba de seguir siendo virgen y no me gustaba nada, espero que no. Esos minutos se fueron haciendo largos, mientras imaginaba toda la clase de cochinadas que me pediría hacer.
Pero no contestaba.
Pasaron los minutos y las horas y me contesto: en efecto, te queda muy ceñido.
No me dijo absolutamente nada más.
Yo le pregunte si me veía mal, o gorda o algo, tirandome al suelo, para que el me soltará algún halago, no lo hizo y horas más tarde me dijo que a dónde pasaba por mi para ir a cambiarlo. Emocionada, le envíe mi ubicación sin decir nada más.
Esto se estaba convirtiendo en un juego de hacerse el deseado. ¡claro que no! esas tonterías pasan con niñatos aún más jóvenes que yo, seguramente debería estar en cosas muy importantes y se hacía pequeños espacios para atenderme. El caso es que fue ya muy noche cuando me llegó un mensaje diciendo: estoy fuera de tu ubicación.
Todos los estilos que había probado para su llegada estaban ya en la ropa sucia, me había desilusionado y me vería como me conoció, prácticamente igual: unos pantalones deportivos de elástico, super delgados y color morado, una blusa de tirantes con bra deportivo de color que ni combinaba y el pelo ...
... totalmente deshecho producto de mi yoga nocturna. Ya sin ilusión le dije que bajaba en un momento.
El, al verme bajar sólo me dijo: la elegancia, no es algo que te distinga particularmente en estos días y aún así luces radiante.
¿Radiante? es como bien o mal ¿o qué?, le dije que como no conocía la hora en que nos veríamos tampoco es como que me hubiera podido prevenir mucho, el me dijo: a partir de ahora, siempre deberás lucir hermosa para mi. Me costo un poco asimilarlo, el esperaba alguna reacción mía, pero me quede fría, me dijo, vamos, sube al auto y algo haremos.
Me estuvo contando de su día y lo ocupado que estuvo -quiero pensar que a manera de disculpa- mientras nos dirigíamos a no sé dónde, pero al menos, al preguntarme si quería que pusiera la calefacción, quiero pensar que en algún momento dirigió su mirada a mis tetas y mis pezones super marcados, más que de frio, de la excitación. Le conteste que no, y que a dónde íbamos. El me dijo que tenía que aprender a ser más obediente si quería estar con él, porque me dijo: sé perfectamente que me has buscado para querer estar conmigo, de ti dependerá que tanto estemos.
Esa forma de controlarme, de consentirme, de parecer un enfermo sexual, pero a la vez no querer ni insinuar absolutamente nada, encendían en mí un deseo incontrolable de que me deseara, de complacerlo y de estar con él.
Llegamos a un mirador fuera de la ciudad, detuvo el auto y me dijo: todavía puedo dar la vuelta en u y regresarte a tu casa, ...