Tenía que probar - Relatos Eróticos

Tenía que probar

... realidad el mío) disculpa la tardanza 

-Hola Alex, no te preocupes estamos a tiempo, de hecho ya había visto pasar tu carro pero no puse atención al conductor. 
Yo estaba nervioso y empezaba a sudar, al tiempo que  yo mismo me decía, ¡Vámonos, no tienes nada que hacer aquí! Sin embargo me quedé ahí sentado observándolo.

-Si, te seré franco, a cómo están las cosas primero quise asegurarme de que eras tú y de que en verdad estuvieras solo, ya sabes , no está de más tomar precauciones.

-Si lo sé. Yo igual había estado observando bien los alrededores.

- Pues tú dirás, yo no conozco este lugar 

-Gustas tomar algo? -le ofrecí

-La verdad que sí, tengo la boca seca, hace mucho calor y un poco de agua me caería bien.

Entramos a una tienda y tomamos una botella de agua simple cada quien. Una vez en la calle me arme de valor y tome la iniciativa

-Pues si Alex, no te quiero hacer perder tu tiempo, ya te dije lo que quiera y no estoy del todo convencido, un par de calles más abajo ves que está el metro de un hotel, ahí podemos entrar con tu auto si lo deseas, pero las habitaciones están arriba, si gustas vamos ahí, pero en este tiempo de acá hasta allá puros arrepentirme y largarme, cosa que veo muy probable.

Sonrío y me dijo que aceptaba el riesgo, subimos a su auto y se encaminó al dichos hotel, aquel mismo al que muchas veces había ido a coger a varias mujeres buenísimas y hermosas.

Ya no podía controlar mis nervios, temblaban mis manos y mi corazón ...

... parecía que saldría de mi pecho.

Al llegar al hotel, en la entrada le dije que bajara a pedir la habitación, cuando regreso le.pesi la llave y vi el número, el 22, aquel cuarto que por coincidencia ocupe varias veces seguidas, incluso ya hasta lo consideraba como de mi propiedad, y por cuestiones del destino otra vez me tocaba..
Camino unos metros en el auto y le dije que se detuviera, me miró con cara de molestia y preocupación.

-Esta es la única escalera para las habitaciones, busca dónde estacionar tu auto y subes.

Yo me baje, estaba al pie de la escalera y subí de dos en dos los peldaños, una vez en el piso de las habitaciones solo estaba la.mujer de la limpieza, estaba agachada mostrando unas nalgas deliciosas, apetecibles y me dije. ¡Regresa idiota, mira lo hermosa que son las nalgas de una mujer para que vengas a darle las tuyas e un cabrón! 

Estaba temblando de miedo, de nervios y de emoción, procure entrar rápido la cuarto sin ser visto y lo logré, cerré la puerta y fui directo al baño a lavarme la cara, mi corazón no bajaba sus palpitaciones, al verme en el espejo y ver mi cara reflejada en el, me decidí a retirarme, al abrir la.ouerta del cuarto veo venir a Alex ya a un par de pasos, saludo a la chica de la.limpieza, y entro

-Ufff, que odisea, me dice.  Pero al fin estamos juntos.

Si bien Alejandro no tenía modales de un homosexual si sentí que está vez lo hizo.

Mi intención fue la de decirle que ya me había decidido a no seguir más con esto pero ...