Mis deseos prohibidos 3. Mi pequeña amiga - Relatos Eróticos

Mis deseos prohibidos 3. Mi pequeña amiga

... de sentones a un tipo más grande. -eso está riquísimo. Le dije. -y más así con alguien que si sabe, con un hombre no un niño. -tu así lo hiciste No?  - si, era más chica que tu y lo hice con uno muy mayor  -se ve que siento bien rico. - si te portas bien igual y te busco uno mayor para que te sueñe todo. Le dije medio en broma pero esperando su respuesta. -¿de verdad? No sería mala idea. Me gustaría. Pero que sea guapo. - lo de guapo es lo de menos vas a ver. Me quité la toalla y quede desnuda. Ella me vio con mucho interés, pensé que le daría algo de pena pero no. -bueno salte un momento, me voy a depilar la panochita antes de escoger la ropa. -ay a ver, enséñame, quiero aprender como se hace. -ay pero si ni tienes jajaja - si mira. Se bajó su short y su calzoncito y me enseñó sus vellos púbicos, no eran muchos pero si que tenía. -bueno está bien. Acomode todo lo necesario, comencé y le iba explicando como debía hacerlo, que ella al no haberlo hecho debía recortarse primero con tijera y hasta le regale una, incluso la muy atrevida quiso ayudarme en ciertas partes a depilarme, nunca sentí atracción por mujeres y menos jovencitas pero debo confesar que sentir sus manos entre mis piernas me estaba dando mucho morbo y mi corazón se aceleraba. Cuando acabé me probé varias tangas y babydolls, me ayudo a escoger y me pidió probarse unos, acepté y la verdad de nuevo comencé a sentirme muy morbosa, tenía buen trasero y buenas tetitas para su edad, pequeñas pero bien redondas y ...

... lindas, se las admiré y me agradeció, sentí que casi quería que se las tocara pero me contuve, le prometí que le compraría lencería pues la mía le queda grande, con la condición que yo les guardara pues si su mamá las veía haría preguntas. Ella aceptó encantada, pero agregó como en broma que también debería enseñarle a masturbarse, yo me reí nerviosa como una tonta.

Ella se escondió, tomo mi cel y empezó a probar donde se veía mejor. Le dije que no hiciera ruido ni se moviera. El peke llego y apenas me vio tuvo una linda erección, lo llevé al cuarto y procuré siempre acomodarnos para que la pequeña tuviera la mejor vista. Le baile un poco, me inclinaba y hacia a un lado mi hilo para enseñarle mi vulva que ya se humedecía, lo hacía tocarme, meterme los dedos, chuparme las tetas, darme nalgadas, morderme, yo me sentía muy caliente. Me pise de rodillas y le baje la ropa, su lindo pene estaba durito y ya lubricaba, lamí lentamente ese lubricante, comencé a comerme su hermoso y tierno pene, la suavidad de su joven miembro llenaba mi boca y me hacía saliva mucho, en verdad disfrutaba ese jovencito pene. Lamí sus bolas y las tragaba, de nuevo me estaba dejando llevar, más fácilmente pero al mismo tiempo más emocionante pues sabía quien nos veía y que además nos grababan. Comenzó a bombearme por la boca, yo quería tragarme al peke completo ¡! Yo ya estaba chorreando y en ese momento el peke me levantó y con locura me quitó mis minúsculas prendas para luego ponerse de rodillas y meterse ...