1. De la virginidad al fisting


    Fecha: 24/12/2017, Categorías: Grandes Relatos, Autor: muchosmasque2, Fuente: CuentoRelatos

    ... encontrándome, y creyendo que nunca aceptaría mis morbos. Así fue que, entre drogas y alcohol, un amigo yo, terminamos dándonos sexo oral el uno al otro. Hacia un tiempo que fantaseaba con ver, tocar y chupar su pija, quería saber que se sentía y ver la a ella disfrutarla tanto cuando me la chupaba, había elevado mi curiosidad aún más. Así fue que un día esa fantasía se cumplió y pude probar la pija de mi amigo, la cual me gusto bastante, hasta llegue a beber su semen, aunque no haya sido tan abundante como me hubiese gustado. Estos encuentros sucedieron algunas veces más, sin que ella se lo imaginase, pero al final terminamos distanciados por otras razones. Por su lado, por su falta de sexo, ella empezaba a tener sus propias fantasías con otro hombre y se masturbaba pensado en dejarse coger por él y chuparle la pija, hasta que un día también sucedió y se encontraron. Así ella puso disfrutar de su pija, tanto en su boca como en su concha. Así es que ambos nos hicimos cornudos mutuamente, sin saber.
    
    Con el tiempo, nos enteramos de todo esto, primero vino el odio y resentimiento, la mentira nunca funciona, pero ninguno estaba dispuesto a tirar nuestra relación por la ventana, más que nada por el sexo, que, aunque poco, era increíble (y aun hoy lo es más). Buscando luchar por nuestra relación, hablando y cogiendo pudimos re encontrarnos y abrirnos más el uno al otro. Así logramos dar vuelta las cosas y los engaños se volvieron fantasías y ahora nos gusta contarnos lo ...
    ... sucedido, nos calienta mucho revivir esas historias, y contarnos como le chupamos las pijas a nuestros amigos. Todo esto devino en nuestro matrimonio. ¿Y cómo llegamos al fisting? Por el sexo oral por supuesto, a ella le encanta que le chupen la concha y a mí me encanta chupársela, sobre todo por cómo se pone de caliente, es la mejor manera de llevarla al límite o hacerla tener un orgasmo, según lo que ella quiera. Siempre me gustó la idea de hacer fisting, me calienta mucho ver una concha bien cogida, con pijas bien gordas como las que nos gustan a nosotros dos, o por dos pijas a la vez o con objetos grandes, ver como se agranda hasta los límites es hermoso y más si la mujer lo goza, pero nunca pensé que ella pudiese llegar a disfrutar de eso (me equivoqué otra vez).
    
    Entonces se dio que un día estábamos teniendo un larga sección de sexo y para descansar un poco se la empecé a chupar y le metí dos dedos, los cuales entraron fácilmente después de estar siendo cogida por mi pija durante un largo rato, entonces metí un tercer dedo y la empecé a penetrar lentamente mientras que con mi lengua me dedicaba al clítoris, ahí fue cuando me lleve una de mis gratas sorpresas sexuales, ella me pidió más!! yo no lo podía creer, pero sin pensarlo metí un cuarto dedo y ella se retorcía más de placer, así que despacio fui empujando los cuatro dedos más adentro mientras los movía lentamente y la seguía chupando. Ella no paraba de gemir y gritar por lo cual no pude hacer otra cosa que agregar mi ...