¡No lo leas! El rush de la primera vez
Fecha: 25/12/2017,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... glande se podía sentir conforme mi boca de acercaba. La punta de mi lengua pudo probar las primeras gotas de liquido pre-seminal que emanaban de su uretra, eran saladas y con una viscosidad que duró hasta que su glande chocó contra mi úvula y me hizo toser. En ese momento el resto de su verga descansaba sobre mi lengua y pude degustar el sabor de su piel mezclado con sudor mientras mis labios sentían el espesor de su hombría, su calentura y su firmeza. Comencé a subir bajar, sin encontrar resistencia alguna, extasiado por la emoción, el olor de su ingle y su perfume, mi corazón latiendo hasta reventar y el sonido de sus gemidos de placer. Seguimos así por unos minutos hasta que comencé a ahogarme con el exceso de saliva y su liquido pre-seminal, por lo que intenté soltarme para escupir y respirar. Al sentir mi reacción sujetó con su mano mi cabeza y enterró su verga más profundo obligándome a tragar todo de una sola vez. Sin parar ahora fue él quien aumentó el ritmo de una forma casi frenética que hacia sus enormes testículos golpear contra mi cara, lo que no me molestaba en absoluto, sentir su piel suave y caliente contra mis mejillas chocar una y otra vez hasta que paró de una sola vez, pensando así que estaba por terminar. Puso mi mano sobre su verga para que lo masturbara al tiempo que me besaba en la boca y acercaba mi cuerpo al suyo. Con uno de sus brazos me sujetaba fuertemente contra sí y con el otro buscaba mi ano con su mano por debajo de mi ropa. No se en que ...
... momento se lubricó la mano, pero con sus dedos masajeaba mi culo intentando dilatarlo salvajemente. Cual fue su sorpresa al notar que mi esfínter no mostraba mucha resistencia, pues horas antes ya lo había dilatado con un dildo que tenia en casa (relato a parte) horas antes de verlos. Por lo caliente que andaba sabía que no duraría mucho en pedirle que me penetrara, así que me fui preparado. El no hizo comentario alguno, sino que aprovechó la oportunidad. Nos levantamos de la escalera y abrazándome la cintura por la espalda mientras me lamia el lóbulo de la oreja me guió hasta llegar a una de las celdas de la esquina de la azotea quedando empinado hacia el frente con el pecho y las manos contra el muro dejando a su merced mi trasero. Bajó su cabeza mientras besaba mi espalda por encima de la camiseta y me bajó el pantalón hasta los tobillos, no tardó mucho en bajar mi trusa y comenzar a morder mis nalgas, y después succionarlas como si se trataran de los pechos de una hembra. Mis rodillas no soportaban mas y sentí caer en un segundo, lo que me trajo de vuelta a la realidad. Puse mis piernas mas firmes y me sujete firmemente del muro con mis brazos. Por la excitación no me había percatado de la vista de la ciudad que me ofrecía esa azotea, percibiendo las luces nocturnas y los escasos carros correr por la avenida principal de la ciudad a la distancia. Podía sentir el aire frío de la noche sobre mi cara al tiempo que su lengua ardiendo u húmeda intentaba penetrarme el orto seguido ...