En el comedor de mis suegros - Relatos Eróticos

En el comedor de mis suegros

Estaba en casa de mi novia, teníamos un compromiso al amanecer así que fui a dormir, pero cuando llegó el día siguiente no desperté a tiempo así que me dejaron completamente solo en la casa, una gran casa en donde podía hacer muchas cosas. Inmediatamente que me desperté y vi que no había nadie llame a mi novia para que ella me dijera si efectivamente me encontraba yo solo, y si, así era. Cuando escuché eso y me dijo que faltaba al menos media hora para que ellos regresaran mi mente llena de lujuria comenzó a excitarme, pensaba que tenía toda la casa para mi solo, a pesar de que la temperatura en el ambiente era muy baja la mía estaba hirviendo, y cómo no iba a ser así, si podía hacer lo que quisiera y nadie se enteraría de lo ocurrido. Sabía que tenia que hacer algo especial, ya antes me había masturbado en varios lugares de la casa, pero nunca en uno tan a la vista, y sobre todo si estaba solo. De entre los cajones de mi novia y su hermana esculque la ropa un poco y encontré sus prendas intimas, pero sinceramente no me llamó la atención nada de mi novia, puesto que yo se que en cualquier momento puedo tenerla a ella. Entonces fui a sacar cosas de mi cuñada. Tomé un brasiere negro, ...

... muy bonito con transparencias por los lados y unas copas muy grandes, también tome unos calzones amplios, como me gustan, de color negro que parecía que si podrían cubrir sus nalgas, aunque también tomé unos cacheteros y uno tipo tanga, además de un brasiere blanco, muy básico. Ya con ese botín me dirigí a la estancia donde estaba la sala y el comedor. Ya antes me había masturbado en la sala por lo que pensé que esto era más especial. Fue entonces cuando vi el comedor y tuve que hacerlo, no porque fuera una falta de respeto ni nada, simplemente la excitación que me produjo pensar que es un lugar inimaginable me orilló a hacerlo. Fue entonces que me desvestí por completo, a pesar del frío yo estaba hirviendo, me puse los calzones de mi cuñada y me subí al comedor, acostado y desnudo comencé a masturbarme, en el estero puse porno a todo volumen lo que ayudó a ahondar mas mi excitación, y oliendo el brasiere de mi cuñada y mordiendo sus otros calzones no paré de masturbarme durante varios minutos, era solo yo desnudo con su ropa acostado en el comedor. Me vine súper rico, fue algo delicioso y de verdad no esperaba que esa sensación. No podía dejar de sentirme excitado. Lo volvería a hacer.