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Miriam y una apuesta ganada
Fecha: 28/12/2017, Categorías: Anal Lesbianas Sexo con Maduras Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
Mi amiga Miriam me llamó el sábado a mediodía.Podía adivinar que estaba bastante excitada; porque entre suspiros entrecortados me dijo que tenía una sorpresa para mí.Me imaginé que no sería una torta de chocolate recién horneada; sonaba más a una concha dulce o una verga bien endurecida para compartir.Le contesté que ya estaba saliendo para su casa. La curiosidad realmente me había picado. Me advirtió que no llevara tanga…Me di una ducha rápida, perfumé todo mi cuerpo y me deslicé dentro de un lindo vestido liviano de verano; sin ponerme tanga, como Miriam quería.Mi amiga me recibió desnuda, excitadísima, su rostro sensual transpirando y bastante colorada. Llevaba solamente puestas unas sandalias de taco alto y medias oscuras de nylon. En su cintura tenía colgado uno de sus arneses, con un enorme consolador, el de color negro. Estaba cubierto de fluidos femeninos, así que deslicé mis dedos por él y me los llevé a la boca.Le dije que esa conchita no la conocía…Miriam sonrió, tomándome de la mano y arrastrándome hacia su dormitorio. Sobre la cama estaba acostada boca arriba una chica joven; vestida solamente con una musculosa ajustada al cuerpo, que le cubría sus redondas tetas, cuyos pezones parecían explotar bajo la tela. Estaba amordazada y atada de pies y manos a las cuatro patas de la cama.Su pubis expuesto y delicadamente depilado mostraba los labios vaginales bien dilatados y enrojecidos por la acción de mi amiga Miriam. Bajo ellos se podía ver una gran mancha líquida ...
... extendida sobre las sábanas.Miriam volvió a sonreír y dijo que ya podía desnudarme.Le pregunté quién era esa chica y qué estaba haciendo en esa cama. Mi amiga explicó entonces que había perdido una apuesta y la prenda era ella en la cama.Si Miriam hubiese perdido, ahora ella estaría atada en la cama y con la verga del noviecito de esa chica bien empalada en el fondo de su propio culo. La nena era heterosexual, pero le gustaba mirar…Largué una carcajada y subí a la cama. Fui reptando entre las piernas de esa pendeja, que se llamaba Lorena. Besé el interior de sus muslos y me detuve a disfrutar la visión de su delicada concha; que aparentemente, hasta hoy nunca había sido tocada por otras mujeres...Lorena tembló apenas toqué su clítoris con mi lengua. Luego se relajó y se dejó llevar, sintiendo mis labios y mis dedos que la invadían. Comenzó a gemir y a pedir más y más a través de la mordaza.Miriam mientras tanto había cambiado el consolador negro por otro rojo más pequeño; que siempre utilizábamos para el sexo anal. Se acomodó contra mi cola, que estaba bien expuesta hacia arriba mientras yo lamía la concha de la chica y metió delicadamente un dedo en mi ano; mientras me avisaba que iba a entrar por mi estrecha puerta trasera.Antes de que pudiera decir algo; las manos de Miriam aferraron mis caderas y pude sentir ese aparato lubricado con gel penetrar mi estrecho canal anal, traspasando enseguida mi apretado esfínter. Ella comenzó a moverse mientras me empalaba, lo que agregó ...