Don Nico - Relatos Eróticos

Don Nico

... me puso en 4 y se disponia a penetrarme con esa verga gruesa y dura.. Me voltee hacia el y lo empuje hacia atras, luego me acoste boca arriba con la cabeza colgando en uno de los descanzabrazos del sillon y le dije con mi dedo que se hacercara, el fue hacia mi directamente a mi cara y dejo caer su gruesa verga en ella, yo me acomode tomandolo de la cintura y masajeando sus huevos con la lengua, sintiendo como el suave tacto de mi lengua dibujaba la forma de sus testiculos sobre la piel rugosa que los cubre.
Eso lo excito sobremanera porque tomo mi cabeza y la hecho lo mas atras que pudo con la boca totalmente abierta me comenzo a cojer por ahi, metiendo su enorme tranca lo mas profundo que podia y sujetando mi cabeza con ambas manos, ahogandome rico con su vergota en mi garganta, yo pataleaba y lo empujaba para que me la sacara pero le pedia maaass!!  Y asi me dio hasta que puso en 4 nuevamente me la dejo ir cm a cm hasta llegar al tope, sentia que me partia en dos cuando la tuve hasta adentro y el la dejo ahi para que se acostumbrara ...

... mi ano a esa dilatacion, pero aun asi, en ese momento ya estaba de chillona mordiendome una mano para no gritar, el me la saco cm a cm y me la volvio a meter igual hasta que sintio que mi ano estaba listo comenzo a acelerar las embestidas y cambio el dolor por placer, me hacia abrir los ojitos de par en par y trataba de gritar pero no podia solo sacaba la lengua y sentia que saldria por la boca cuando me la dejaba ir toda!!
No aguante mucho mas y me vine a chorros con su tranca destruyendo mi antes apretado ano, sin embargo mantuve la posicion y le aprete el pito con los musculos de mi destrozado ano y las poxas fuerzas que me quedaban, hasta que senti como un chorro de esperma lleno mi cavidad, despues de eso saco su vergota como si desenvainata una espada y abrio con fuerza mis nalgas con ambas manos admirando el gran boquete que dejo abierto y como escurria semen de el.
-Despues de esto ya no vas a ser el mismo..
Me dijo, y tuvo razón, paso yna semana y mi colita sentia la presencia de su rico fierro, como si me siguiera cogiendo