Cuando mi hermana mayor dormía. - Relatos Eróticos

Cuando mi hermana mayor dormía.

Por esa època mi hermana tenía unos 16 años, yo era menor por uno. Ella era simpática, piel clara, delgada y de buen cuerpo. Me gustaba mirarla, imaginaba cosas. Tenía un carácter un poco fuerte pero eso no impedía q jugáramos alguna veces, momentos en los q aprovechaba para rozarla o pegarme contra ella. Notaba q nuestra respiración  se agitaba algo o tal vez lo imaginaba. Empecé a rebuscar su ropa. Me masturbaba oliendo sus calzones, ya los conocía todos, por colores y formas. Usaba de los modelos clásicos, color blanco,rojo, celeste, amarillos,rosados.Me encantaba su olor e imaginaba que se los quitaba. Por esa època ella no tenía enamorado aún. Íbamos al mismo colegio. Siempre me fijaba en su falda escolar: me ponía loco ver cómo se le marcaba la ropa interior. No sè por què razones dormíamos en la misma habitación pero en camas separadas. Tal vez por falta de espacio. Tenía otros dos hermanos pequeños. Lo mejor sucedía en las noches. Ella dormía con una bata celeste muy delgada lo cual me permitía notar  su calzón. Se acostaba más temprano y yo esperaba un tiempo q durmiera profundamente. Me acercaba a su cama y la llamaba en voz baja o la movía para preguntarle cualquier cosa.Si se movía esperaba más tiempo. Cuando por fin dormía tocaba suavemente su hombro, bajaba por su cintura. En ese momento retiraba las mantas hasta sus pantorrillas luego, muy despacio, le subía la bata hasta la cintura dejando al descubierto su trasero con su calzón. Casi siempre dormía boca ...

... abajo. Yo temblaba de emoción y estaba muy excitado. La tocaba despacio. A veces tenía un calzón muy apretado y no podía arrimarlo. Cuando tenía uno celeste q me gustaba mucho lo jalaba, y le tocaba su sexo. Le pasaba el dedo, jugaba con sus vellos, acercaba mi cara para sentir su olor. Alguna veces dormía con la pierna flexionada y eso me permitía tener otra vista de su sexo. Yo me excitaba pero aún no sabía lo q era masturbarse. Con el pasar de las noches calculaba el tiempo y prendía la luz del dormitorio. Podía verla claramente. Sus nalgas redondas, tenía un lunar en la nalga derecha.Le jalaba el calzón y la tocaba. Su olor me volvía loco. Todo esto siempre lo hacía parado junto a su cama atento a los ruidos de la casa.A veces se despertaba y yo le decía cualquier cosa y la tapaba o ella se acomodaba la bata. Esas noche ya no pasaba nada. Una noche dormia boca abajo, con un calzón amarillo medio transparente y lo q me excitó más es que estaba roto; me subí temeroso a su cama. No se movió. Me bajè el pijama y le apoyè el pene en el calzón. Fuè indescriptible la sensación. En ese trance recuerdo q le rompí más el calzón y por ese hueco introduje mi pene; empezè a rozar sus nalgas, mi corazón estaba a mil. Notè q dejè su nalga brillosa, resbaladiza. Me bajè de su cama y ví cómo brillaba su trasero y tenía el calzón un poquito mojado de lo q yo había lubricado.Pasaron muchas otras noches más q las contarè en otra ocasión. Ahora ya han pasado más de 45 años...Pero recuerdo dos ...