Papá y el calor de una noche de verano - Relatos Eróticos

Papá y el calor de una noche de verano

El insomnio me atacó una calurosa e insoportable noche de verano. Era muy chico cuando pasó. Tenía la mala costumbre de a veces acostarme entre mi papá y mi mamá. Esa noche no solo tuve insomnio sino también parálisis del sueño. Tenía miedo y estaba cansado. Me acosté entre ellos y los dos seguían dormidos. Mi mamá tuvo mucho calor y decidió ir al sofá a dormir. Eso despertó a papá y cuando me vió me abrazó y me preguntó dónde estaba mamá. Le contesté y tratamos de dormir. Él me seguía abrazando y hacía mucho calor. Traté de correrme así me dejaba de hacer sudar con el contacto de su piel pero no me dejaba. En ese momento me rendí y empecé a notar sus olores. El olor de su pelo, su axila, su aliento, su piel y de sus pantalones. Me dí cuenta que me excitó y el corazón me latía rápido. Papá me abrazó más y me apoyó más. Sentí algo semiduro y largo presionando mis nalgas. Se sintió bien porque sentía que encajaba entre mis nalgas. Empezó a endurecerse y otra vez traté de correrme. Me sentía raro. Pero papá me abrazaba y se movía como si estuviese incómodo y yo también me movía. Hasta que noté que se movía en un patrón: adelante y atrás. Sentí mucho calor y seguía tratando de escapar ...

... cuando me agarró más fuerte y se movió más rápido. Algo entre sus piernas me presionaba fuerte hasta que se metió entre mis piernas y se sintió muy bien. Papá empezó a agitar su respiración y me agarró la cara y me preguntó cómo me sentía. Le dije que bien y le sonreí. Él me sonrió y rápidamente me besó mucho. Jugábamos con nuestra boca y nuestra saliva mientras él seguía moviéndose. Finalmente me dijo que me ponga en la boca la punta de su pene y entendí que era lo que me estaba pasando por las piernas y lo hice. Me puse la punta y pasé mi lengua un poco y mi papá se masturbaba. Hacia mucho calor. Entonces me dijo que lo mire a los ojos y de un momento al otro acabó y me llenó de leche la boca. Saqué mi boca y me caía como baba. Papá me dijo que limpié todo con la boca y lo trague y le dije bueno. Entonces empecé a limpiarlo, a saborearlo, a tragar, a olerlo, a sentirlo. Me dijo que le dé otro beso. Nos besamos mucho mientras él me abrazaba. Me contó que lo que hicimos era para adultos únicamente y que nunca debía decirle a nadie que lo hicimos. Entonces me callé y le dije que a cambio teníamos que hacerlo las veces que quisiera. Me papá estaba feliz y me besó mientras me besaba.