El tio - Relatos Eróticos

El tio

... masturbo cada vez más fuerte, con los gemidos de la película, aún soñando...
A los minutos de esto y sin quitarme la vista de mi dura verga, que estaba a centímetros de su cara, me dice... anda a hacer eso al baño mejor...
Le digo con voz firme, no... ya comencé y no voy a parar hasta acabar y comienzo a hacerlo cada vez más duro...
El tío, solo mira y se ríe nervioso... pero que vas a hacer, me pregunta?
Lo mismo que la película, le contestó...
(Mira el celular y la chica tenía la cara llena de leche y se pasaba la lengua)
Comienzo a sentir un temblor en las piernas mientras subía el ritmo de mi masturbación de repente,  cierro los ojos y siento como sale el chorro de leche, directo hacia la cara del tío...las piernas se me doblaban, pero yo seguía cada vez más duro, arrojando hasta la última gota de leche a su cara. 

Ya cansado, bajando el ritmo de mi paja, abro los ojos y veo al tío, cubierto de mi leche, su cara, pelo, ropa y hasta el sofá...
Quedamos varios minutos así...
Yo parado frente a el, con mi verga ya flácida y roja y el, cubierto con mi leche, sin decir nada... un tiempo que se hizo eterno.
No se cuanto duró, pero para mi fueron horas.
Sin decir nada, se para y se va...
Yo, sigo desnudo, las ...

... piernas no me respondían.
Entra con mi ropa y me dice, es mejor que te visitas, se hace tarde.



Me voy al cuarto de invitados, me visto y cuando salgo no lo encuentro... estaba su cuarto cerrado.
Golpeo y le digo... 

Tío me voy.


Pasaron semanas sin saber de el.
Yo nervioso, pensando que le podía contar a mi esposa, la tontera que hice. 

Casi al mes, le pregunto a mi mujer, si ha sabido algo de su tío, me contesta que lo llamó unos días antes y le dijo q estaba bien y que no necesitaba nada... 

Yo, no sabía que hacer, ni que pensar... me arrepentía todos los dias de lo que había hecho. 

Un día, llego del trabajo y mi esposa me dice, mi tío mandó la lista de las compras, puedes ir? 

Para que no sospechara nada, le dije que si...
Me ducho y voy al supermercado.
Ya en la casa del tío, toco el timbre y al abrir, me recibe muy serio. 

Lo saludo fríamente y entro las compras. 

Le digo, ya tío, eso es todo. 

Eso es todo?, me dice medio molesto 

Y no quieres ducharte?
y me dice... desnúdate, que yo te llevo las toallas. 

Desde ese día, cada ida al supermercado es un show completo para el tío... no me toca, no me dice nada más... solo espera verme masturbándome y sentir mi leche en su cara.