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La Cabaña del Lago
Fecha: 05/01/2021, Categorías: Fantasías Eróticas Tus Relatos Autor: Lincoyan, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
LA CABAÑA DEL LAGO Ese día, cuando volviste a casa después de hacer trámites en el centro, note que tenías un aire distinto, algo te hacia ver diferente, al entrar a casa, el saludo de siempre, hola mi amorcito, te acercaste y me distes el cordial beso de siempre, esta vez con algo más de intensidad que de costumbre, te pregunte, te pasa algo?, contestaste con una agradable sonrisa, luego te cuento, cuando vayamos a la siesta. Hicimos la rutina de siempre en casa, aseo, orden y la preparación del almuerzo, estaba algo ansioso por lo que mi amorcito me iba a contar, trate de no demostrar ese interés que me tenía así y mientras cumplíamos con la rutina diaria, a ratos me ponía detrás de ella y mientras le acariciaba sus senos por sobre la ropa, le daba besos en su mejilla, como sabia qur me gustaba sobre manera sus bien proporcionados senos, me decía, hace no más mi amor lo que tanto te gusta. Asi que le levante la ropa, le solté el sostén y se lo saque para poder acariciar esos bellos senos que tenía mi mujer. A ratos me sentaba y ella cercaba hacia mi sus senos para succionar sus ricos pezones como le gustaba que se lo hiciera, mis piernas abiertas, permitía que las de ella, se movieran en forma sexy rozando mi erección, con sus manos acariciaba mi cabeza y suavemente me presionaba contra aquellos suaves y deliciosos senos. Así transcurrió la mañana, almorzamos y después de un rato nos fuimos a la siesta. Era nuestra muy buena ...
... costumbre desvestirnos mutuamente, siempre era yo el que comenzaba a sacarle la ropa, la cama ya estaba calientita, habíamos puesto el colchón eléctrico, tanto la pieza como la cama estaban a una agradable temperatura. Así que corrí las frazadas de nuestro nido de amor y la senté sobre él. Le saque la parte de arriba, ya estaba sin sostén, con la correspondiente caricias y besos le comencé a sacar sus pantalones, se echó hacia atrás en la cama, abrió levemente sus piernas para que tirara del pantalón y así saliera mas fácil, con suaves caricias en ambas piernas subí hasta su cuadro, me incline y afirme mi boca sobre su calzón y suavemente mordí su vagina, sentí como sus manos hundía con suave presión mi boca en la entrada hacia ese mundo de placer. Me quede de pie para que mi mujer hiciera el mismo ritual en mí, abrió mi pantalón y comenzó a bajarlo, sin dejar con su cara de pasar a rozar suavemente mi erección, mientras yo me sacaba la parte de arriba, seguidamente con sus manos bajo lentamente mi bóxer, mi erección esperaba por lo que me hacía siempre, con su mano corrió el cuero hacia atrás pars dejar la cabeza hinchada por el deseo y acercando su boca se lo introdujo lentamente, sabia que con un poco de movimiento, entraba todo mi miembro dentro de su boca. Siempre nuestras siestas comenzaban así. Luego nos acostamos nos abrazamos y nuestros cuerpos se enredaron en espera de buscar nuevamente el placer y hacer que ese deseo sea saciado en su ...