Recogiendo la maleta de mi sobrino 3 - Relatos Eróticos

Recogiendo la maleta de mi sobrino 3

María con la punta de la lengua le daba varias lambidas al glande y luego fue bajando hasta llegar a mis testículos y se los metió en su boca un rato luego volvió a la base del pene y fue subiendo a la punta y seguía como una perra en celo preparando con su lengua lo que se iba a meter en su vagina, yo la tenía de sus negros cabellos y empujé su cabeza contra mi falo haciendo que ella se lo tragará por completo y todo tuviera unas arcadas cuando levanto la mirada y me vio con sus ojos llorosos creí que ella me iría a reclamar por mi brusquedad pero no al contrario me regaló una sonrisa y continuó. 

Ahora lo acomodo en su garganta  y movíendo su cabeza de un lado a otro, de abajo para arriba y de izquierda a derecha para que mi pene bailará dentro de su boca y con su lengua ir rosando mi verga bien por todas partes, no entendia como  podía mi sobrino teniendo una mujer así en su casa tan bella  y con muchas ganas de follar y dejarla tanto tiempo abandonada, ahora mi respiración iba en aumento y fue cuando ya no pude más y descargue todo mi semen que se me había acumulado en esta cuarentena en su boca al igual que a ella por mi falta de sexo al no tener a mi mujer a mi lado, y María se lo tragó todo y parecia que le gusto el sabor de mi lefa ya que le pasaba la lengua por toda la cabeza de mi verga con gusto como si fuera una niña con su paleta  

Llevanté a María la mujer de mi sobrino de lo que estaba echada en su cama estaba avergonzada ahora ella luego de ir bajando ...

... la calentura del momento y la besé y me correspondió, estábamos en su dormitorio desnudos los dos. 

- No sé qué decir Roberto pero él tenerte acá a mi lado y tú atento siempre conmigo y yo tan sola.. 

-No hay nada que explicar Mary siempre que pueda estaré acá para ti, y no te preocupes jamás dañaré tu matrimonio.. 

- Gracias Roberto.. quédate acá voy a ver como está mi hijo y regreso.. 

Se puso una bata para cubrir su cuerpo y salió, luego de media hora regresó y con un vaso de jugo especial que me entregó le di las gracias y lo tomé, me dijo sonriente que era para que yo recuperé mis fuerzas y reímos juntos. Ahora la jale a mi lado y nos besamos mis manos que ya sabían de la tesitura de su piel por los masajes que ya le había dado anteriormente, era como  una gatita mimosa cuando mi mano acarició su espalda y se volteó ofreciéndome su nalgas. 

- Ya no aguantó más Roberto necesito sentir tu pene dentro de mí, hazme tu mujer ahora.. 

Y mi pene ya había recuperado su dureza y lo puse en medio de su glúteos y subía y bajaba por la raya del culo varias veces y lo puse en la entrada de su vagina que ya estaba bien lubricada por su calentura, al sentirlo ella en sus labios vaginales tiró fuerte para atrás su culo y entró una parte del glande. 

-! Ohh.. yaaa.. metémelo todo lo quiero.. mi amor.. 

Y se lo fui metiendo lentamente hasta que lo tuvo todo adentro de su cavidad vaginal y estaba bien caliente y mojada y ella se empezó a moverse y disfrutar al tener ...