El premio - Relatos Eróticos

El premio

Soy Julio tengo 19 años y vivo con mi tía, ella se llama Inés es una mujer muy buena pero inocente, muy pegada a todo lo que sea religioso, de estatura pequeña, cuerpo delgado y unos lindos pies pequeños, ya había observado a mi tía desnuda completamente  era una belleza de mujer que cualquier hombre hubiera querido poseer, pero ella seria para mi, sola para mi, era muy linda porque siempre se portaba amable conmigo, me quería como un hijo, pero yo la quería como una mujer, siempre trataba de estar cerca de ella y poder oler su cabello y su cuerpo me excitaba demasiado, era muy limpia y se lavaba a cada momento, sobre todo esos bellos pies que los admiraba cuando se los lavaba y llegaba hasta sus muslos era un espectáculo divino, en mi mente recorrían ideas pervertidas de como poseerla, y más aún me arrechaba cuando se ponía sus medias ya que se las ponía y luego se las sacaba dejando ver sus muslos y sus piernas mi verga se ponía como un fierro y me iba al baño a tirarme una paja en su nombre, realmente ya no podía  vivir con mi tía como sobrino, tenia que poseerla si o si, y se me ocurrió la idea del premio, escribí un papel en el cual decía que ella iba a recibir de premio el cual era mi verga y que me tenia que complacer en todo, para eso prepare una trampa la hice jurar que ella iba a recibir un premio y tenía que aceptarlo, y que tenía que hacer todo lo que estaba escrito, Inés has ganado un premio pero tienes que jurar que lo vas a recibir y no vas a rechazarlo, pero ...

... que es julio me dijo, no se tía pero tienes que firmar y comprometerte a realizar lo que dice el papel, no se julio vamos Inés no te vas ha arrepentir júralo y ella juro y yo le traje el papel para que lo firme y así lo hizo, al firmarlo los ojos se me encendieron con una lujuria incontrolable, cual es el premio, le dije lee el papel y sabrás que has ganado, cuando comenzó a leer el papel su rostro cambió se puso roja, y luego comenzó a gritarme que era un mañoso y que se iba a ir de la casa, yo me abalance sobre ella y le dije: tía lo has jurado y firmado así que no tienes que rechazar el regalo que te doy, pero estas loco, como me vas a regalar tu verga mañoso de mierda, yo estaba hecho una bestia cogí a mi tía la pegue a mi cuerpo y la comencé a besarla, ella intentaba zafarse de mi pero mientras ella trataba de escapar yo la besaba con más pasión hasta unir nuestras lenguas, sentí en ella un escalofrió y por un momento se dejo besar acariciar su bello cuerpo, pero luego reacciono, no julio , jamás hare esas cochinadas, yo la levante en peso a pesar que opuso resistencia y la lleve a mi cuarto, como era pequeña y delgada no representaba para mi ningún problema en llevarla a donde yo quisiera, la tire en la cama comencé a besarla nuevamente tocando y manoseando todo su cuerpo, mi verga estaba dispuesta a desflorar a mi tía por todos lados, comencé a sacarle el polo que estaba puesto y no se dejaba así que le rompí el polo y me apodere de sus senos ricos los mame, bese lamí y ...