Mi suegra acapulqueña - Relatos Eróticos

Mi suegra acapulqueña

Les voy a contar mi experiencia en Acapulco.
Por seguridad y confidencialidad voy a cambiar los nombres de está historia puesto que es verídica y le prometí a mi suegra jamás hablar de ello.

Mi nombre es Hugo tengo 24 años y me pasó lo más loco y deseado que yo creo muchos lo hemos deseado, actualmente radico en la ciudad de Acapulco Guerrero ya que mi pareja es de está ciudad.

Mi suegra es una mujer de 50 años su nombre es Eliza está divorciada desde hace ya algunos años pero para su edsd está buenísima tiene unas piernas increíbles, unas tetas deliciosas ni grandes ni pequeñas, unas caderas sumamente grandes que al caminar cada que la veía era difícil de ocultar el echo que de me ponía super dura y su mayor atractivo es el culazo que se carga la señora, pues para su edad es una perfecta caballona la cuál me saco la leche hasta que se canso pues con el culo de impacto que tiene me dio los mejores sentones que me han podido dar.

En ocasiones a la señora la llegué a escuchar tocándose y me sorprendían la cantidad de gemidos que venían de su cuarto pues imagínense una mujer madura con el cuerpo que tiene quien no quisiera cogersela y la verdad es que la señora los días de descanso para ella eran de placer pues se encerraba en su cuarto y en ocasiones escuchaba los gemidos que venial de el.

Mi suegra en varias ocasiones ya había notado mis erecciones que tenía al verla pues lamentable cada que ella se iba a trabajar me la topaba en la cocina pues ya que es ...

... secretaria ella por lo general siempre usa faldas super pegadas y unos ligueros que hacen que con las piernas que se carga den a notar el encaje de las medias; las faldas que hacen que se le vea más el culo grande que tiene, en varias ocasiones intentaba no verla pues cada que la veía eran unas carreras al baño para pegarme una puñeta en ese mismo instante, en muchas ocasiones la señora su Frase al irse era "ya me voy dame beso" haciendo alusión a qué me despidiera de beso.

Cierto día al irse por la mañana ella llevaba una falda muy pegada color azul unas medias blancas y una blusa blanca que se veía sorprendentemente bien esa misma mañana ella me dijo:

-Ya me voy le dices a Lariza que deje el dinero en la barra para que compren la comida.

-Claro señora que le vaya bien se va con cuidado. 

- A no me vas a dar ni beso.

En ese instante que me despedí de la señora no pude evitar tener una erección por lo que si momento de despedirnos ella con su mano alcanzo a sentir que mi verga estaba sumamente dura por lo que se me quedó viendo y se puso roja al igual que yo no sabía que hacer solo corrió a mi cuarto y me pegue la puñeta de mi vida.

Paso el tiempo más o menos dos semanas de eso y por lo que ya había sucedido decidí empezar evitar tener contacto con ella ya que mi esposa Lariza y yo vivíamos con mi suegra y una de mis cuñadas la cuál casi nunca estaba, por lo general la casa siempre estaba sola ya que todos trabajan a excepción de mi pues en ese entonces no tenía ...