El servicio de taxi a la mamá de Iván 4 - Relatos Eróticos

El servicio de taxi a la mamá de Iván 4

Cuando fui a recoger a la señora María Inés por primera vez a su casa para dar el servicio de taxi a solicitud de Iván, siempre me gustaron la mujeres mayores así que cuando la conocí a la mamá de mi amigo me atrajo, pude ver  su belleza de mujer madura con ese culo de grandes nalgas que me gustó muchísimo y en ese momento nunca hubiera soñado que yo la iba a sodomizar. 

Ahora era yo el afortunado quién le estaba rompiendole el ojete y  disfrutaba bien rico de como las paredes de su ano se resistían y hacían presión al inicio en el falo y se le iban abriendo de a poco.

-! Aggg... mi amoor.. aggg..me. duelee.. ayy... ¡

Tuve que parar un momento la penetración ya que sus gritos eran muy fuertes y no quería ya tener problemas tan pronto con la señora Ana María quién era la que me alquilaba el cuarto, ella ya nos había visto tirando pero otra cosa era el escándalo.

-! Mary. no grites tanto aguanta un poco.. ya va a pasar.. ¡

Ella no me contestó solo vi que se mordía los labios aguantando el dolor de su desfloración anal y correr unas lágrimas por sus mejillas, así me mantuve como unos diez minutos hasta que su culo se vaya acostumbrando al grosor y tamaño de mi verga.

Luego continué metiendo y con mucho cuidado sacándolo para volver a introducirlo en el recién abierto culo, ya no gritaba ahora solo ...

... daba resoplidos cada vez que recibía la verga así que fui aumentando la velocidad y vigor de la penetraciónes, hasta que terminé disparando mi lefa en el interior de su esfinter. 

-! Yaaa... vieneee... ohh.. ohhh.. sii.. qué ricoo...ahh...mm... mm. ¡

Cuando saqué mi verga estaba con residuos de mi semen y su sangre, ella quedó ahí a mi lado toda adolorida y con el culo bien abierto, así que la jale a mi lado y la abracé consolandola y le di un beso.

-¿ Daniel te gustó.?. ! A mi me a dolido demasiado pero te quiero y por eso lo soporté,  mi cuerpo ahora es todo tuyo.. ¡

Después de descansar y luego bañarnos había llegado la hora de llevarla a su casa cuando iba bajando por las escaleras y la ayudaba a María Inés que aún estaba algo adolorida vi a la señora Ana María que ahora de la ventana de su casa nos veía  pero no dijo nada. 
Ya a unas calles antes de llegar a la casa de la mamá de Iván le recordé que tuviera cuidado con lo que le decía a su empleada Teresa y que lo mejor era que se fuera de frente a su dormitorio y así no la viera cojear.

-! Sii Daniel. voy a tener cuidado me voy a descansar.. ¡

De regreso a mi casa recibí una llamada y era de la señora Ana María que me dijo que mañana fuera hablar con ella, que había que conversar de algunos temas pendientes sobre el alquiler del cuarto.