Ocho, un número exacto - Relatos Eróticos

Ocho, un número exacto

ESte relato es absolutamente real y ocurrió antes de la pandemia, en el verano austral. Los ocho nombres son ficticios: Susi y Raúl; Mariana y José; Guillermo y Jackie y Nosotros: Humberto y Luciana.
Una tarde estaban tiradas en la arena, a orillas del agua y nuestras mujeres comenzaron a hacer planes mientras los hombres hacíamos canotaje. Resultado, a la noche nos juntamos en la casa de Susi y Raúl las cuatro parejas con la excusa de cenar algo. No tardamos .en estar sobre colchonetas todos desnudos. Mi mujer Luciana ya me había contado que estaba caliente con José y que le gustaba mucho Guillermo, que se había hecho pajas con él. Susi y Mariana dijeron que estaban esperando la oportunidad de encamarse conmigo. Estaba todo dicho:
Luciana se montó sobre José y su importante pito, Guillermo, aprovechando que mi mujer dejaba sus nalgas y su vagina al aire se la metió junto a la de José y mi mujer gozaba de una doble penetración vaginal y sus gemidos y ayes demostraban su placer. Raúl, no pregunten como hizo, pero la enculó ...

... metiéndose entre el cuerpo de Guillermo y el de Luciana. Mi mujer llamó a Jackie para chuparle la vagina mientras la clavaban los tres machos, demostrando lo puta que es. Eso era un espectáculo, show que no podía ver mucho porque estaba cojiendo a Mariana mientras Susi me lamía el agujero del ano deliciosamente. Para lamerme me había abierto las nalgas todos lo posible. Mariana me susurraba, Humberto, te quiero! HUmberto eres mi amor! El orgasmo de mariana fue brutal, Susi comenzó a mamarle la vagina a su socia mientras
yo le metía mi pija en ese culo hambriento. Los ruidos de los orgasmos del tremendo grupo que hacían mi mujer y sus amantes llegaron a su zenit. Eran gruñidos, gemidos, bufidos, ayes. Eso me calentó tanto que llené a Susi de semen sus tripas calientes y ajustadas..
Quedamos cansados y comenzamos a tomar unas copas y comentar lo sucedido.
Antes de regresar cada uno a sus hogares, quedamos con Guillermo y Jackie que a la noche siguiente volveríamos los cuatro a hacer un intercambio má tranqui.
Un beso a todos.