SECRETO - Relatos Eróticos

SECRETO

... hasta que aquello que había deseado toda mi vida se hiciera realidad. El dolor se fue transformando en un placer infinito, gemía, pedía más mientras chupaba ese pene que tenía en mi boca hasta hacerlo explotar en ese mismo momento sentí que el hombre que tenía en mi culo me llenaba hasta las entrañas de semen, tenía la boca y el culo llenos, apenas alcancé a tragar cuando se puso otro hombre y metió su pene en mi boca, estaba loco de placer, quería correrme, pero a la vez quería disfrutar de la mayor cantidad de penes, el hombre se corrió rápido llenándome de nuevo la boca, corría un hilo de baba y leche por mi boca, miré hacia un costado y vi un hombre negro con una verga exquisita completamente erecta, por un instante pensé que era mucho para mí, pero me ya no me importaba, caminé hacia él y sin mediar palabra le agarré la verga y la metí en mi boca casi no cabía, me costaba mucho que entrara por lo grande, vi como unos hombres tomaban fotos y grababan con sus celulares eso me calentó aún más y metí todo lo que pude dentro de mi boca, luego me puse de espada ofreciéndole mi culo. Mientras me penetraba sentí que me partía, creí que el dolor sería más fuerte que el deseo, estuve a punto de safarme de ...

... esa verga e irme de ahí, pero mi deseo pudo más y haciendo un esfuerzo sorehumano entró todo el pedazo de carne caliente en mí, de ahí en más mi cuerpo se acomodó y el placer me hizo gemir y pedir que me llenara todo, que me diera toda la leche, me corrí sin tocarme, pero mi calentura no disminuyó, casi al instante mi pene estaba duro de nuevo, me abría las nalgas con mis manos para que entrara todo ese negro dentro mío. Lo sentí gemir, ponerse rígido mientras sus movimientos se aceleraban, estaba pegado a mí, me apretaba las tetillas con sus dedos, nos besamos y sentí en mi interior su leche, varios chorros de semen entraron hasta el fondo de mí, yo también me corrí.
Mi mujer nunca se enteró de aquello. Por mi parte no dejo pasar el tiempo, cada vez que puedo me entrego a un macho donde sea, en cines, en parques, en la calle, baños públicos, mi mujer se queja  de que nuestra actividad sexual ha disminuído, pero no sabe que todos los día termino cogiendo con algún macho. Tal vez me lleve este secreto a la tumba, o tal vez tenga el valor de contárselo, no lo se, por el momento mientras fumo el último cigarro de la noche planeo mentalmente dónde iré mañana para tener el placer de una verga dentro mío.