Mi hermanastro y yo (Octava Parte)
Fecha: 30/12/2017,
Categorías:
Anal
Autor: Misaki-chan, Fuente: CuentoRelatos
(Hola, primero que nada, les ruego que tengan un poco de paciencia con este capítulo que ya verán que valdrá la pena, se los aseguro. Y segundo... muchas gracias a aquellas personas que me han apoyado, de verdad todo esto les escribo para compartirles mis vivencias y experiencias... muchas gracias.)
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Después de que nuestros padres nos descubrieron estando desnudos en la misma cama, todo se había vuelto más complicado, no podíamos vernos sin sentir las miradas fulminantes de ellos, nos necesitábamos, el deseo de sentirnos, besarnos, nuestros cuerpos se extrañaban y no podíamos hacer absolutamente nada a excepción de dedicarnos pequeñas miradas cuando nuestros padres no nos veían. La situación era insoportable.
Todos los días era lo mismo, nuestros padres jamás salieron de la casa desde que nos descubrieron y si lo hacían siempre íbamos con ellos. Toda esta situación nos ponía mal y nadie nos decía nada, parecía que todo iba de mal en peor, pero no fue así. En uno de los días que estaba en la universidad había recibido una llamada urgente de parte de Sebastián, lo escuchaba agitado y algo nervioso.
—Cata... necesito que vuelvas a casa ahora, nuestros padres quieren hablar con nosotros —dijo, ni bien escuché eso y salí disparada hacia la casa, por suerte ya no tenía clases más adelante. Llegué a la casa un tanto nerviosa de lo que podría suceder, entré a la sala y ahí estaban los tres sentados en los sillones. Y sin decir nada, me senté a lado ...
... de Sebas, pero de manera muy separados.
—Bueno... ¿de qué querían hablarnos? —Sebas rompió el silencio.
—Ustedes saben muy bien de lo que les vamos a decir —decía mi mamá seria.
—Debí creerle a la vecina cuando nos había comentado de que notaba algo raro en ustedes —agregó papá—, pero simplemente creímos que eran puras imaginaciones y ahora veo que no era así.
—Nosotros nunca tuvimos la intención de hacerles daño, simplemente nos llegamos a querer muchísimo hasta el punto de amarnos, sabemos que no es lo correcto porque somos hermanos, pero ni siquiera estamos conectados de sangre y no queremos que nos separen solo porque creen que estamos mal y que es un tabú —intervine, ya no podía soportar más esta situación. Sebas al igual que nuestros padres me miraban asombrados mientras Sebas me tomaba de las manos fuertemente y poco a poco me iban saliendo lágrimas de los ojos.
—Ya lo he hablado con su padre, y llegamos a un acuerdo. Catalina, ya no llevarás el apellido de tu padrastro —me había cambiado de apellido cuando mamá se casó con él y desde allí llevaba su apellido, pero al escuchar eso me quedé asombrada.
—No, no la van a echar de la casa —escuché a Sebas replicar— el quien debería de irse soy yo, pero no le hagan esto a Cata.
—¡Deja que terminemos de hablar! —Exclamó mi padrastro, todo parecía cada vez más confuso— No los vamos a echar a la calle, es solo una modificación que haremos, pero tienen que dejarnos a que les explique.
—Pues díganlo ya, ...