1. Con el Hijo de la Vecina


    Fecha: 04/07/2017, Categorías: Anal Sexo con Maduras Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster

    El piso era amplio y confortable. Como también lo era la terraza en la que la madura mujer hablaba a través de su smartphone. Suavemente apoyada de espaldas a la barandilla que daba al gran parque central de la ciudad, susurraba en voz baja para no ser escuchada desde el salón.- ¿Estás loca? ¿Pero si es un niño, si podría ser mi hijo? –Virginia se ruborizó tímidamente ante el tema de conversación que mantenían.- Ay hija, a veces eres de un mojigato que asustas. ¿Cuánto tiempo hace que no lo haces? ¿Cuánto que no disfrutas de una buena polla? Si yo fuera tú, separada y sin obligaciones de ningún tipo no me lo pensaba dos veces –la voz de su amiga le aporreaba el oído al otro lado del terminal.- Lo sé Pepa, es guapo y agradable… no tendrá más de veinte años.- Pues por eso mismo, un yogurín de esos no se nos presenta todos los días. Además se te come con los ojos cada vez que os cruzáis en la escalera. En tu casa y solos los dos, tienes que estar loca si dejas pasar una oportunidad así.- Pero es el hijo de la vecina… imagina el escándalo si llegara a saberse.- Bueno, no tiene por qué saberse. Piensa que ni a él ni a ti os interesa que su madre se entere. Además ya es mayorcito, es mayor de edad así que no tiene que ir pidiendo permiso a su mamaíta para que le diga con quien se acuesta…Y por otro lado, una vez hayas estado con él que te quiten lo bailao. –acabó razonándole su discurso.- De acuerdo, de acuerdo… ahora tengo que dejarte. Ya te cuento más tarde –cortó en seco ...
    ... tratando de acabar con aquella conversación que, en cierto modo, la sobrepasaba.- Venga Virginia, no te lo pienses más y a por él. Y si no me lo dejas que ya lo aprovecharé yo –su amiga rió divertida.- Bien, bien… te dejo que hace mucho que lo dejé en el salón. Voy a ver qué hace.- dijo la mujer antes de despedir tan interesante charla.La figura femenina, reforzada por los altos tacones, resultaba alta y sinuosa, más bien demasiado sinuosa. Virginia tenía cuarenta y dos años, aunque ciertamente no los aparentaba en absoluto. Hacía poco, por tanto que acababa de traspasar la barrera psicológica de los cuarenta que a tantos aturde. Pero, por otra parte, se encontraba en la que para muchos es la mejor edad para una. Los cuarenta no deben suponer una especie de castigo divino sino todo lo contrario, el momento de mayor esplendor y empuje para la mujer.Con paso firme abandonó la terraza, para traspasar el umbral del salón en el que el muchacho se hallaba. Sentado en el sofá le encontró de espaldas a ella. El poco ruido que el taconeo produjo le hizo volver.- Hola, ¿qué haces ahí?- Oh nada, sólo esperando que viniera.Dejando el móvil a un lado, tirando el cuerpo adelante quedaron ambos muy cercanos. La cabeza de Virginia corría a mil por hora. El ángel alado por un lado y el turbio demonio por otro, las figuras del bien y el mal le atormentaban las ideas. Las palabras que su amiga había pronunciado hacía un momento, resonaban acusadoras todavía en ella. Sentado ante ella, de nuevo se la ...
«1234...13»