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Era criada y la convirtieron en puta (Tercera parte)
Fecha: 04/07/2017, Categorías: Confesiones Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos
Para Lara, mi más fiel lectora. Después de las emociones del día anterior, Lola se recuperó durmiendo bien. Se levantó un poco más tarde de lo habitual y preparó el desayuno para sus señores. Como bajaban tarde a desayunar, se había quedado un poco más en la cama. Cuando se levantó, se quedó sentada en el borde de la cama recordando la visión del torso desnudo de Joaquín y se volvió a excitar. Se fue corriendo al baño y tras orinar, se mojó los dedos bajo el grifo y se masturbó como el día anterior. Había pasado de ser una completa inexperta a saber darse placer como a ella le gustaba. Se lavó bien las manos y bajó a la cocina a prepararlo todo. Después de desayunar Manuel y Josefina, se preparó mentalmente para ser follada por su señor, pero no fue así. En lugar de eso, la ayudaron a recoger los platos y se marcharon. Lola se asomó a la puerta de la cocina y vio como subían las escaleras. Manuel le tocó el culo a su mujer y esta sonrió. No se dieron cuenta de que Lola los observaba. Tampoco esta sabía que los dos iban a su habitación a hacer el amor. Más tarde, decidió llevarle algo de comer a Joaquín el mecánico. Le había gustado lo que había visto y quería volver a verle y sentirse bien en su presencia. Tocó la puerta del garaje y este la invitó a entrar. Llevaba una bandeja con huevos fritos y beicon. Su torso seguía desnudo. Lola se le quedó mirando fijamente. -Está usted muy guapo. -Llámame de tu, Lola. -Está bien. Espero que te guste ...
... Joaquín. -Eres muy amable. Se puso a comer los huevos y el beicon. En un instante se le cayó algo de beicon encima y Lola se apresuró a limpiarle. Lola no podía aguantarse más. Se acercó y le besó en la boca. Joaquín al principio no hizo nada, pero enseguida la besó también con fuerza y acabaron tirando la bandeja, ya casi vacía. Joaquín puso a Lola sobre unos de los coches de Manuel. Le abrió las piernas después de haberla dejado desnuda de cintura para abajo y le comió el chocho. Lola se moría de gusto. Lo que no sabían ninguno de los dos, es que ese momento, Tomás el jardinero, estaba viéndolos a través un cristal muy sucio del taller. Lo limpió un poco más con el mono de jardinero y se quedó contemplando como los dos lo hacían sobre el capó del coche. Sobre aquel Citroën que tanto le gustaba a Tomás. Cuando terminaron de hacerlo, se vistieron. Lola recogió lo que había quedado por el suelo y se llevó la bandeja y se fue. Joaquín la invitó a que al día siguiente le trajera el desayuno. Esta aceptó encantada. En esto estaba volviendo a casa, cuando Tomás se cruzó en su camino. -Veo que te has vuelto una guarra ¿eh? -¿Pero qué dices Tomás? -Acabo de ver cómo te has follado a Joaquín el mecánico. Ya no te importa ser una puta, ¿verdad? -Me he acostado con el porque me ha apetecido. Es el único de vosotros con el que no me ha importado hacerlo. -Pero eres de Manuel. Él es tu dueño y te folla cuando le apetece. ¿Sabes cuantas chicas han pasado ...