1. LA SOBRINA


    Fecha: 04/01/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... fuerte y vigorosa, solo pude ver antes de que él se pusiera encima que ella tenía una gran mata de bello muy negro y ensortijado. De los ayees y gemidos de los dos hasta que llegaron al clímax no puedo decir nada, solo puedo decir que él no se retiro de ella para nada y se mantuvo así, hasta que empezaron de nuevo, luego supe, que a ella la rondaba uno de los jóvenes que venían a trabajar al caserío llamado Ángel( un buen muchacho) y que además les habían visto venir de detrás del otro casetón que había para meter la maquinaria, esto había servido, para decir de la madre, que su hija salía de novia con Ángel y el angelito iba, a ser quien pagara los deslices o los platos rotos que continuamente cometía, su hija Laura, Laurita, como normalmente le gustaba que le llamaran, con el encargado, hombre que parecía estar hecho de fibra. ¡Aquello era continuamente, un jardín de sorpresas! Pero, parecía ser, que esto no acababa nada más que comenzar, como pude comprobar, de primera vez, más adelante, tendré ocasión de comentarlo, También pude ver, pero a esta si, en un estado normal a la hija del albañil, esta si era una mujer de bandera y esta tenía una historia de su vida, poco agradable, o agradable hasta cierto punto. Su padre casi siempre había trabajado en el caserío, de albañil haciendo pequeños trabajos, vivian en el pueblo, pero al final se vinieron a vivir a la finca, ella mantenía relaciones con un joven jornalero, una buena persona, de haber, ella querido, hubiera tenido ...
    ... relaciones con otros muchos pretendientes, que les había tenido, cuando se vinieron a vivir al caserío, a ella le dieron un pequeño disgusto la vida era muy distinta a la del pueblo a la del caserío. Llegado el verano, los amos venían a pasarlo en el caserío y le pidieron al padre que si Isabel, que así, era como se llamaba la joven, podía ayudarles en la casa alos señores como doncella, no pusieron ningún problema, pero solo, si ella quería. La belleza de Isabel cautivaba a todo el mundo, como no iba a cautivar, al señorito Paco, le llamaban señorito, pero era un hombre que muy bien podría rondar los cincuenta años eso si de buen porte elegantemente vestido y además era muy afable y dicharachero, con una sonrisa un tanto picarona, que le daban una aire de saber siempre donde estar y tener que hacer en cada momento. Era solterón y siempre había vivido a expensas de la madre, mujer ya mayor y a la que todo se le volvía poco para darle a su hijo desde que su marido había muerto, mucho más. La impresión que le causo Isabel fue maravillosa y a esta también le causo buena impresión el señorito Paco, le miraba de reojo cuando este no le veía y él se hacia el desinteresado, los encuentros en la casa eran constantes y poco a poco se fueron cogiendo confianzas, como el entraba es su cuarto sin avisar, pillándola a medio vestir, la madre de el si se daba cuenta, pero, no le daba más importancia, es más, le gustaba aquella muchacha porque además de cumplir muy bien con sus obligaciones ...
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