Mi yerno, mi hija y yo. - Relatos Eróticos

Mi yerno, mi hija y yo.

Hola, mi nombre es Ely y la historia que les vengo a contar lo estoy haciendo porque ya no aguanto más el echo de no poderme desahogar y sacar esto que me pesa mucho, mi yerno llegó hace 6 año a nuestra casa, y el día de 3 de febrero paso algo que se me salió de las manos.

Pues como verán el título de la historia es mi yerno, mi hija y yo; y es que mi yerno Francisco de 24 años, mi hija Mara de 27 y yo de 50 hicimos algo que jamás llegué a pensar que nos pasaría.

Yo soy una mujer de 50 años que lleva divorciada muchos años, por lo general no suelo tener parejas y cuando las tengo pasa mucho tiempo para que tenga sexo con ellos; soy una mujer que se cuida y que constantemente está preocupada por su físico pues a mi edad soy de caderas amplias, pechos 36B, de nalgas grandes y unas piernas exuberantemente hermosas.

Mi hija María de 27 años de edad es una mujer que la vida la ha tratado no tan bien en lo que es el amor, ella es una mujer de caderas amplias, nalgas grandes y mucho busto y se podría decir que sus piernas se parecen mucho a las mías.

Y mi yerno Francisco el esposo de mi hija Dayana, un muchacho, blanco alto, de piernas bien torneadas y no tan descuidado pues suele hacer ejercicio y vaya que muy dotado para su edad pues lo que compartí con mi propia hija nos dio para llenarnos a ambas.

Todo comenzó cuando Francisco y mi hija Dayana de mudaron a nuestra casa con mi hija Mara y yo pues por el trabajo de mi yerno que es militar no le quedó de otra más ...

... que venirse para acá con nosotras pues la base donde lo habían mandado estaba a 30 minutos de dónde nosotras vivimos.
Conocí a Francisco pues no tenía el placer de conocerlo y desde que nos vimos pude ver la forma en la que me lanzó la mirada, no dejaba de verme el culo y para ser verdad me fue muy incómodo pues ya habían pasado algunos años desde que un hombre me había visto de esa forma.
Paso el tiempo y Francisco y mi hija se establecieron en nuestra casa, yo hablé con mi hija Dayana y le dije que le daría el cuarto donde yo estaba ya que el cuarto donde yo dormía tenía un baño, ya que les resultaría más cómodo y viable ese lugar y más que nada por su privacidad de pareja, pues cada noche escuchaba los gemidos de mi hija Dayana y por más que se esforzaba de no gemir fuerte para que no los escucharmos ahora entendemos porque mi hija gemía de tal forma que no podía quedar callada ni un momento.
Paso el tiempo aproximadamente 4 meses pues mi hija y mi yerno llegaron en diciembre, Todo era armonía en la casa hasta que cierto día que llegue de trabajar me percate que Francisco le estaba viendo las nalgas a mi hija Mara por lo que me moleste y me lleve a Mara a la habitación para hablar con ella y hacerle entender que por favor vistiera un poco más decente pues con Francisco en la casa ya no podía andar enseñando casi la panocha, ese día mara llevaba puesta una falda de cuadros blanca con negro y una blusa de encaje la falda se le levantaba mucho por lo que mi yerno atontado lo ...