1. Los nuevos vecinos 3


    Fecha: 04/01/2018, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Pasaron varios días muy raros a partir de lo sucedido en casa de nuestros vecinos, apenas hablabamos de lo ocurrido y Bea y yo nos limitabamos a follar como locos por las noches, nuestro apetito sexual se despertó de manera alocada y los dos manteniamos en secreto el porqué de nuestra ánsia de lujuria, aunque a decir verdad los dos sabíamos que lo sucedido aquella noche nos había descolocado moralmente. Al fin, tras una larga semana sin los vecinos que se habían marchado a Portugal para resolver unos asuntos de negocios Bea y yo hablamos mientras tomabamos el sol en la playa. Bea me confesó que se sentía muy atraida por Mónica y por los placeres que esta le había hecho sentir, pero que no quería dejarme y que me seguía amando con locura. Contesté que no tenía porqué dejarme, y confesé que a mi me ocurría lo mismo con Bruno. Es curioso dos mujeres se pueden acostar juntas y nos parece bello pero si lo hace un hombre es "maricón". Lo cierto es que confesé a mi mujer que me gustó mucho y ambos acabamos comprendiendo al otro. Contamos detalles que nos puso a cien y me sorprendió ver a Bea excitada al imaginarme con otro hombre. Para mi siempre había sido una fantasía ver a dos mujeres juntas pero lo de mi mujer me sorprendió. Por la noche hicimos algo sorprendente, no sé quien tuvo la idea pero surgió y nos vimos envueltos en una fantasía maravillosa. Cambiamos los roles, Bea puso tanto empeño que incluso me colocó una peluca y me maquilló. No dejó ni un solo detalle y la verdad ...
    ... es que cuando me ví en el espejo yo mismo quedé sorprendido del resultado. Mi mujer no fue menos, a mí hasta me colocó unos zapatos de tacón, pero es que ella se vistió de tal forma que parecía un hombre de verdad. Follamos descontrolados por completo pero Bea se lamentó de no tener un arnés con un dildo. Aquella misma tarde fuimos a un famoso sex shop de Torremolinos y compramos uno que mi mujer eligió. Nuestras fantasías se desbordaron a partir de entonces, nos excitaba sobremanera el cambio de roles pero tambien jugabamos con trios e incluso con gang bang a mi mujer y con tres penes realisticos que habíamos comprado en el sex shop los días posteriores. Nuestro matrimonio encontró en el sexo lo que antes parecía se estaba perdiendo y puedo asegurar que Bea estaba reluciente en todos los aspectos.
    
    Después de dos semanas Bruno y Mónica volvían a la urbanización. Lo primero que hicieron fue visitarnos y nos sentimos algo nerviosos, Mónica estaba extremadamente provocativa, llevaba un minivestido de color turquesa abierto por completo a lo largo de su espalda. Mientras hablabamos comencé a imaginar a mi mujer con ella follando juntas y tuve una erección descomunal. Finalmente quedamos por la noche en nuestra casa para hacer una fiesta y los cuatro sabíamos que lo que ibamos a hacer era una orgía en toda regla. Cuando llamaron al timbre mi mujer y yo nos miramos nerviosos, Bea sonrió y me besó antes de abrir. Nos sorprendió ver que no venían solos. Mónica nos presentó a una ...
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