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Os ha pasado a vosotros?.
Fecha: 07/02/2021, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Forman, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... porque ese sitio era público hubiese sollozado su nombre en mi orgasmo pero esta vez fue del todo mudo. No quería levantar sospechas en el ministerio. Me corrí justo imaginando él lo hacía en mi coño diciéndome cosas cariñosas. Salí con las piernas temblando y casi no pude concentrarme en mi trabajo. Tal era mi deseo y anhelo hacia él. Cuando llegué a casa y estaba mi marido preparando la cena tuve un gran sentimiento de culpabilidad. Me había prometido el día de mi boda no volver a pensar en César y había sucumbido a mi promesa. Cuando me fui a la cama le mandé un escueto mensaje de buenas noches a lo que él respondió con un simple... -Descansa, corazón... Me dormí haciendo un análisis de la situación. A pesar de estar enamorada de Fernando seguía completamente enganchada de mi deseo hacia César. Me trató bien y nunca me sentí mejor sexualmente con nadie. Quizá fuese el tamaño de su verga y la delicadeza con la que me follaba. Su miembro al ser de tal tamaño me llenó hasta el útero y se deslizó siempre dentro de mi llegando a estar siempre llena de él. Si bien las relaciones sexuales con mi marido eran realmente satisfactorias su polla era de un tamaño medio hacia los 13 centímetros y no daba para más. Pero la de César era de otra forma. Siempre entró y salió hasta el fondo de mi ser. Y su cerebro estaba perfectamente compatibilizado con el mío. -Porqué lo dejé???. Nunca lo supe. Ahora si lo se. Por inexperiencia. AI otro día fui a trabajar como siempre y ...
... recibí una foto suya. César estaba sentado en una silla mirándome fijamente con su polla en erección. A lo largo del tronco de una trompa repleta de venas discurrían dos gotas de blanco esperma que se deslizaban por sus huevos perfectamente rasurados. Era evidente se había masturbado de propio para mandármela. Al pie de foto ponía... -Mira, Laura como me has dejado hoy... Te quiero, amor... Casi se me cae el móvil al suelo. No atinaba a hilvanar una sola frase por respuesta. Seguí en mis cosas y solo esperaba volver a casa para masturbarme una vez más diciendo su nombre con un consolador me había regalado mi marido ese año para mi cumpleaños. Pasó el tiempo y todos los días al despertarme tenía una foto desnudo de César con sus buenos días o frase cariñosa. Las más de las veces erecto como un burro. Hubo un día su verga subía por su antebrazo casi hasta el codo. Me masturbé directamente mirándola. Además se acababa de cortar el pelo y estaba imponente mientras me miraba dándome un beso al aire. Las fui archivando en un pen. Tenía cientos de ellas. Una por día a lo largo de años. Cuando estaba sola en casa ponía el pen en el ordenador y me acariciaba el coño y las tetas con mi consolador, aquel me había regalado mi marido. Nunca imaginé lo iba a utilizar de esa manera. Mis orgasmos eran brutales y a veces Fernando me hacía el amor llena del flujo había destilado antes por César. Lo más extraordinario fu que logré superar mis complejos y eso me encantaba. César era mi ...