1. Os ha pasado a vosotros?.


    Fecha: 07/02/2021, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Forman, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... entre mis piernas y siguió lamiendo mi clítoris. 
    Por un momento recordé esas sus palabras y me corrí como nunca. Estaba tremendamente excitada. No pude hacer otra cosa.
    Mis piernas temblaban como nunca y mi cabeza daba vueltas. Me cogió como a una niña entre sus largos brazos y me besó con pasión. Cuando estuve repuesta César se puso encima de mi y poco a poco apartando los labios de mi coño su polla se fue abriendo paso en mi cuerpo. Acostumbrada a Fernando di cuenta de que por más llenita estaba siempre quedaban varios centímetros más por entrar. Al principio me tuve que adaptar de nuevo a ese tamaño pero lo hizo con tanto cuidado que enseguida lo logré empezando César a bombear despacio. 
    -Ya, César... dame más... dame fuerte. Lo necesito. Estoy completamente abierta ya.
    César se revolvió como un animal ante mis palabras.
    Mientras... ambos móviles seguían grabando. 
    Sacó su dura verga y me tocó el culo y dijo...
    -Ven...
    Sin darme cuenta me había puesto a 4 patas y me jodía con pasión y locura. 
    Él advirtió la lentitud de mis movimientos puesto que ya era una mujer madura y rellenita diciéndome...
    -Estás preciosa así, mi tesoro...
    -Te gusta así, amor???.
    -Me encantaaaaa!!!. Creo voy a correrme.
    -Córrete, corazón. Córrete... tienes toda la noche para hacerlo. Las veces que quieras...
    Me volví a correr una vez más. 
    Él aflojó sus embestidas en un intento de que me recuperara pero no quise y le exigí siguiera dándome más amor. Sus huevos chocaban con la parte ...
    ... interior de mi vagina y su pubis hacía ruido enfrentado al culo de una mujer voluptuosa, buena esposa y madre de dos criaturas que no se podía creer como un hombre estaba disfrutando tanto de ella. Me sentía válida, joven y capaz.
    -Cómo me gusta follarte, Laura. Como en los viejos tiempos, amor...
    -Si, si... como en los viejos tiempos.
    Mis pechos bamboleaban de adelante a atrás en el espejo. Y a él esa visión le excitaba sobremanera. Jugaba con mi culo como si fuese un flan y apretaba mis mofletes comprimiendo así su rabo y mi vagina tornándose más estrecha en su carrera.
    Pude observar sus expresiones y embestidas en el espejo del armario y como se movía dentro de mi. No pude sino correrme una vez más ante mi visión y lo que me estaba haciendo ese hombre de largo conocido. Me sentía una mujer. Una real hembra.
    
    Él, en contrapartida y a punto de orgasmar también sacó su polla y me la puso en la boca midiendo su tamaño para no hacerme daño acariciándome el pelo recogido en una coleta. Esta vez estaba a punto de estallar, roja y congestionada con unas venas parecían ríos de sangre entre rojas y azules y un glande púrpura. 
    -Me dejas correrme en tu boca, amor...???.
    -Si... corazón. Hazlo ya!!! 
    -Sentí como mi boca se llenaba de blanco esperma que no acertaba a tragar.
    Él emitió un sonido gutural como el de un animal herido y cuando retiró su palpitante polla seguían saliendo gotas de esperma. Un esperma dulce y espeso. Era obvio hacía días no eyaculaba esperando para mi. ...
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