Sicarios gay - Relatos Eróticos

Sicarios gay

... se acosto y se arropo con la cobija, así pasamos como 15 minutos y yo andaba con nervioso por lo que había visto me había gustado como se veía con esas nalguitas redonditas y grandes no se que me estaba pasando y estaba nervioso. Manuel se coloco boca abajo con las nalgas arriba y se quitó la cobija para que yo lo viera fue inevitable mirarlo y yo estaba ya nervioso y de tanto verle las nalgas todas ricas todas paraditas seduciendome se me empezó a parar el pene después Manuel me empezo abrazar y yo no le quite la mano me empezó acariciar suave hasta que llegó a mi guevo yo no le dije nada y lo deje y le empezé a pasar la mano por las nalgas acariciandolas, le corrí la tanga azul que le quedaba muy bonita y le empezé acariciar el roto el ano el empinada la colita y se veía como una mujercita como una perrita en celo buscando macho, hasta que se paro y se me monto encima mio como en posición de cabalagarme nos empezamos a besar, el me abrazaba por el cuello y yo por la cintura y tocaba las nalgas besándonos, se voltio y empezó a moverse dándome la espalda yo lo abrazaba por detrás y el me restregaba la colita. 
M: Sergio me encantas quería hace tiempo hacer esto contigo
S: si bebe que rica estas me encanta verla así en tangita como una mujercita 
M: como una perrita en celo buscando quien la preñe
Yo me excité cuando me dijo eso la puse en cuatro patas y me empeze a chupar el culo se retorcía y me decía: que rico amor uff que rico ahhh ahhh chupeme el coñito que es suyo todo suyo
Después de 20 minutos chupándole el culito lo puse a qué meo chupara y se lo metió todo de una toda tragona que rico guevo me decía uff me lo chupo por 20 minutos y no aguante lo puse a cuatro patas le corrí la tanga y le metí la cabeza primero y el se retorció y me lo cogi toda la noche como si fuera una perrita en busca de su macho de su marido.