1. El del chat


    Fecha: 16/02/2021, Categorías: No Consentido Tus Relatos Autor: La otra yo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Una noche hace un par de años estaba muy cachonda, no tenía pareja y mi vibrador ya me había aburrido. Necesitaba una aventura, la cogida de mi vida.
    Me metí a una sala de chat de sexo esperando encontrar un hombre que me pusiera lo suficientemente caliente para meterme los dedos y terminar. 
    Varios me escribieron pero hubo uno con el que la platica simplemente fluyó.
    Comenzó con cosas triviales y terminamos contándonos lo que nos gusta en el sexo. Le conté que una de mis fantasías era ser violada y al parecer le interesó, relaté a detalle mi fantasía y me dijo que él la cumpliría. Acordamos que dejaría la llave de mi departamento en un lugar específico y el sin decir que día o noche entraría pero si la semana plazo.
    Una de esas noches me quedé hasta tarde  trabajando en la sala y me quedé dormida, no sé cuánto tiempo había pasado cuando senti cómo me tocaban los pezones y los lamían, en ese momento no recordaba lo del tipo del chat por lo que me asusté y traté de gritar pero al sentir el frío de su navaja en mi cuello ahogué mi grito y él dijo: cállate puta, abre las piernas. Forcejee con el unos instantes pero me apretó tanto las muñecas que pensé que me podria hacer mas daño pues era mucho más grande y fuerte que yo.
    Senti su cuerpo sobre el mío, su ropa no estaba fria a pesar del clima de afuera, lo que me hizo pensar que ya llevaba rato dentro de mi casa. 
    Trate de Hundirme en mis pensamientos para no pensar en lo que estaba viviendo, el abrió mis piernas, yo ...
    ... sentía su navaja recorrer mi piel, me quitó el pantalón e hizo a un lado mi tanga, comenzó a lamer mu panocha con tal delicadeza que por un momento lo disfruté, luego metió sus dedos y me dijo: te gusta perrita? Yo sentía dolor pero conforme los iba moviendo me comencé a mojar aún en contra de mi voluntad. Noto que me gustó y que me relajé así que subió hasta mi cuello y me mordió tan fuerte que comencé a llorar, el jaló mi pelo y yo le suplicaba que me dejara, que no me hiciera daño. Me dio una cachetada y me dijo que me callara, metió sus dedos en mi boca y los llevó de nuevo a mi panocha mojada, esta vez lo hizo sin delicadeza, me lastimaba pero no dejaba de mojarme. Me sentó y se sacó la verga, estaba erecta, dura, me jaló del pelo y me dijo mámala, yo obedecí porque pensando que si lo hacía venirse en mi boca me dejaría y se iría así que estúpidamente lo traté de hacer como una verdadera maestra, a él le gustaba y a yo me empecé a excitar muchísimo. Cuando sentía que acabaría la sacó de mi boca, me quitó la blusa y me recargo en el sillón de espaldas a el, pasó au navaja por mis tetas y metio un dedo en mi culo, luego separó más mis piernas y metió su verga hasta donde la posición lo permitió, me agarró de la cadera y me comenzó a mover a su ritmo, hacía mucho que no me metían una verga asi que comencé a gemir y llorar, no podía creer que lo estuviera disfrutando, giró  mi cabeza y metió su lengua en mi boca, ¡ah! Si así, así cógeme cabron, le dije, contestó que era una puta ...
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