1. Mi suegro me hizo su esclava (IV)


    Fecha: 07/01/2018, Categorías: Incesto Autor: noeliamarrana, Fuente: CuentoRelatos

    ... sostener la mentira)
    
    - Bueno, le llamaré a su celular. Me tengo que ir, pero estaré pensando en ti.
    
    - Y yo en ti amor, pórtate bien, no hagas nada malo ¿eh?
    
    - ¡Claro que no!, si solo pienso en ti chiquita, a ti no te digo que te portes bien porque sé que mi viejo te ha de estar cuidando y vigilando muy bien jejeje.
    
    - Sí, así es (demasiado bien, pensé, si supieras como me cuida el infeliz)
    
    - Bueno, me voy, te llamo después, bye.
    
    - Adiós.
    
    Al momento de colgar me pareció escuchar al fondo una voz femenina que lo llamaba, pero no alcance a escuchar con claridad y no quise pensar mal; no quería que mi problema afectara mi juicio hacia mi novio.
    
    Apenas colgué, mi suegro entró en la recámara diciéndome: “muy bien puta, me encantó tu actuación; el imbécil de mi hijo te creyó todo”; traía en la mano un teléfono inalámbrico; entonces supe que él había escuchado todo en alguna extensión de las muchas que hay por toda la casa y celebré internamente no haber dicho nada de más. Entonces él continuó: “y bueno, ya que el idiota de tu novio me despertó, vamos a pasarla bien tu y yo ya que estamos tan solitos y no queremos aburrirnos, ¿verdad?”; suspiré y contesté resignada: “no señor”.
    
    “Muy bien putita”, me dijo, “qué bueno que nos entendemos; quítate el bikini, quiero verte desnuda”; dentro de mí pensé: “ni que estuviera muy vestida”, pero no dije nada; me levanté y me quité el bikini, quedando totalmente desnuda frente a él; entonces me ordenó: “acuéstate en la ...
    ... cama y cierra los ojos”; obedecí y entonces él me puso un antifaz que me cubría totalmente la vista; luego, sin decir nada, me tomó ambas manos y las juntó por arriba de mi cabeza, me ató las muñecas juntas y después me amarró a uno de los barrotes de la cabecera y pensé: “¡oh no, me va a violar salvajemente otra vez!” y me molesté conmigo misma por ser tan complaciente con él.
    
    Una vez que terminó de atarme, se levantó unos segundos; yo no sabía dónde estaba él ni que hacía; casi no se escuchaba ruido; luego escuché el clic de la cámara en repetidas ocasiones, me estuvo tomando fotos en esa posición; yo no me moví, sabía que no podía hacer nada y no quise hacerlo enojar, pero me imaginé que a continuación me penetraría salvajemente y sin consideración.
    
    Entonces sentí como se subía a la cama y luego sentí como su boca se acercaba a mi cuello y empezaba a besarlo; eso me produjo una extraña pero agradable sensación; la piel se me erizó y suspiré; mi suegro me dijo: “esto te gusta, ¿verdad puta?, si todas las pinches viejas son iguales, les encanta coger, pero se hacen las santas” y continuó besándome; luego empezó a lamerme toda; comenzó por las orejas, metió la lengua en mi oído derecho y estuvo lengüeteándolo; eso comenzaba a excitarme mucho, sentí como mi piel se erizaba y mi vagina se empezaba a mojar, sobre todo cuando Don José mordisqueó el lóbulo de mi oreja mientras una de sus manos acariciaba mis tetas; involuntariamente empecé a mover las caderas como tratando de ...