Mi primera vez con mi prima - Relatos Eróticos

Mi primera vez con mi prima

Acababa de cumplir 15 años actualmente tengo 16. 
En fin, ya para entonces tenía muchos deseos sexuales entre esos a mi prima que era un año mayor era muy linda era bastante blanca unos pechos promedio y un culo bastante grande. 
Yo iba de visita a su casa muchas veces casi a diario, siempre estaba su madre su padre y sus tres hermanos. Pero ese día tuvieron que salir a hacer compras, ella no quiso ir. 

Yo estaba en el cuarto de mi primo y pues ellos tenían muchos libros y quería llevarme uno, así que fui a preguntarle a mi prima si podía llevármelo. Entre a su cuarto y la vi solo con su interior puesto y una camiseta, estaba acostada viendo su celular y pasando sus dos dedos en su vagina, abrí la puerta solo un poco así que no me vio por completo 

Su lengua relamiendo sus labios, pequeños gemidos que soltaba hasta que la puerta hizo ruido y me vio, no se imaginan el miedo y los nervios que tuve en ese momento, me vio con mi pene erecto, me quedé ahí intentando esconder mi erección.

Pedía perdón pero ella no decía ...

... nada me dijo que tenga confianza y que no me preocupe, me dijo que me siente y lo hice. Dijo si es la primera vez que veo a una chica hacer esto, le dije que sí y luego de un silencio incómodo tomó mi mano y la puso en su pecho. 

Empezó a moverla y luego me besó me metió la lengua hasta el fondo mientras jugaba con la mía no lo vi venir. Se empezó a ir para atrás y finalmente estaba encima de ella, me sacó los pantalones y metí mi verga. Dios, lo sentí tan apretado pero era muy rico, comencé a moverme su rostro estaba cubierto por su cabello y sus gemidos eran muy fuertes.

Casi tenía miedo de que nos escuchen, me empezó a dar cachetadas mientras me decía -te gusta? Te gusta?-

Me paró se sacó la camiseta que llevaba, se puso encima mío y empezó a chuparmela, mientras ponía su vagina en mi boca, hicimos un 69.

Ella terminó en mi boca y yo igual. Terminamos besándonos y le dije eres la mejor prima del mundo. 

Seguimos haciéndolo sigue siendo muy rico en especial por la constante adrenalina de que alguien nos descubra.