los blanquísimos jamones 6 - Relatos Eróticos

los blanquísimos jamones 6

... estaba morcillona, pero Patri me puso enseguida al palo.
-¿Vez? Ya estás listo. – Me sacó la camisa mientras yo trataba de desnudarla. Esto fue muy fácil. Solamente la blusa y la pollera. No tenía ni corpiño ni tanga. 
-Bueno, ahora elegí la silla…
Me senté en la que estaba más cerca.
-¿Así de espalda no? 
Se paró frente mío, reculó de espalda hasta estar justo sobre mi regazo. Me agarró la pija y la guió hacia el culo mientras se sentaba. Nunca se la había metido por el culo, pero…, bueno…, si lo quería así…
-¡Yupííí! Ya está. Ahora a saltar ¿no?
No tenía que dar indicaciones. Con las puntas de los pies en el piso, y con sus manos apoyadas en mis muslos, Patri comenzó a cabalgar. Yo le tomaba fuerte las tetas.
-¡Ahahahaaaa! ¡Qué bueno está esto!
-¡Eh, no grités! ¿Y si aparece alguien?
-¿Y quién va a aparecer, además de Romi o Araceli?
¡Chaca, chaca, chaca! Plaf, plaf, plaf, hacían los cachetes de Patri golpeando contra mí. 
-¡Ey! ¿Qué hacen? – Era Romi, bajando la escalera.
-Dany me está enseñando como coger a una embarazada. ¡Jajaja!
-¡Entonces eso es para mí! – Romi protestaba riéndose.
-Claro, pero yo estoy haciendo el control de calidad. ¡Jajaja!
-Bueno, dejame…
-¡Pará, pará, quiero acabar! ¡No me apurés! – Patri saltaba con ánimo. 
-¡Pero si tenés mucha panza se va a sacudir! - Romi también reía. Se puso delante de nosotros y comenzó a sacarse la ropa, que tampoco era mucho. Solo un camisolín y la tanga, por debajo de la panza…
-¡Sííííí! ¡Me ...

... vieeeeneeee!
Patri tomó con sus manos las mías, que estaban sobre sus tetas, apoyó su espalda contra mi pecho y dio vuelta la cabeza para besarme. Correspondí al beso y también largué mis ganas. ¡Una acabada a dúo genial!
-¡Yo me voy a quedar sin nada! – Romi protestaba. Sabe de mi tiempo de recuperación.
Patri se levantó, chorreando flujos y semen.
-Esperá Dany, me limpio y subo a buscar las “pildoritas”.
-¿Tenés?
-Claro, desde que estás con nosotras tengo. No queremos quedarnos con las ganas…
Corrió hasta el baño de la planta baja, se limpió rápidamente con las toallas y subió corriendo al dormitorio.
-¡No se crean que soy mugrienta! ¡Luego me baño! Ahora no quiero que Romi espere demasiado.
-Yo voy a colaborar. - Romi se puso en cuclillas delante mío, que seguía “descansando” en la silla y me acarició con la lengua, sorbió todo lo que quedaba y la dejo limpita, brillante. ¡Algo es algo!
Patri bajó rápidamente, me dio la pildorita y el vaso de agua. Romi se dedicaba prolijamente a limpiar y chupar.
-Parate, quiero chuparte las tetas.
-Bueno, estoy de más. – Patri aclaró. - Me voy a bañar.
Romi se puso a mi lado. Le chupé los pezones y todo el globo. ¡Es increíble como crecían las tetas! La pancita todavía no se notaba, pero estaba hermosa. Sobre todo los ojos. ¡De qué manera brillan en las embarazadas!
-¡Qué lindo que lo hacés! - Seguía chupando y lamiendo esas tetas maravillosas.
La tomé del cuello y la incliné para besarla. Nos dimos un amoroso beso de lengua. Romi ...