Mi madre y su hijastro - Relatos Eróticos

Mi madre y su hijastro

Esta historia también ocurre varios años antes de la serie de relatos que publico. Yo era un niño, mi madre estaba en sus 30s. Se veia realmente atractiva. Ella era de estatura baja, delgada aunque con carne. Su melena castaña contrastaba con su piel blanca y suave. Sus tetas se mostraban erguidas y firmes, al igual que su culo, su mejor atributo. Se veia bastante bien para ser madre de dos hijos. Que eran su unica felicidad. Ya desde ese tiempo las cosas no andaban bien con mi padre, ella le había perdonado muchas cosas, de echo el tenia un hijo de una relación anterior y no se lo había dicho hasta después de un tiempo. Aquel hijo vendría a la ciudad y tenían que recibirlo, ella no tenia opción. Asi que acepto de mala gana. Era un muchacho adolescente. El nos aborrecia, asi que aquello no podria terminar bien. El joven era un poco rudio y maleducado. Mi madre intentaba ser bueno con el, esperando que todo pase pronto. Cuando llego a casa se sorprendió al ver a mama. Pensó que mi madre estaba buena, pero no por eso la aborrecía menos. Mi madre personificaba para el todo lo malo de su vida, todo lo que le había quitado. Entonces no sentía ningún respeto por su madrastra. De todas formas se lo trataba bien, dormiria en un sillon en el living. Mi madre hacia un esfuerzo por ser amable con el muchacho. Conmigo parecia llevarse bien. Despues de comer y mientras jugabamos videojuegos el me dijo -Es linda tu mama. -Si, dije yo. -Nunca la has visto desnuda? no. -No la espiaste en la ...

... ducha o cuando se cambia? no, hacia yo con la cabeza. -Que buen culo que tiene. A todo esto yo no entendía nada, porque era un niño. Solo me molestaba y no le prestaba atencion. -De seguro tu mamita es una puta. Como me la follaria. Esa seria una perfecta venganza para el. Como indique antes, el dormía en una sofa. En el living room. mi madre espero que sea de noche para darse un baño. salio de la ducha, con una toalla. Caminando rapido por ese pasillo hasta entrar a su habitación. Jonathan que simulaba estar dormido se acercó lentamente a la habitación de ella. La puerta estaba casi cerrada, pero se alcanzaba a ver algo. Mama había abierto un poco la toalla para ponerse crema en las piernas, el podía ver y recorrer con la mirada las suaves piernas de mi madre, incluso se via un poco de vello púbico. Abundante a decir verdad. El estaba como loco pero cuidaba de que ella no advierta su presencia. Una vez que se puso la crema en las piernas se dio vuelta y deco caer la toalla para ponerse las bragas. levantaba una pierna y luego la otra para ponerse la prenda, el no perdió detalle de ese hermoso culo. De esas nalgas que tanto deseo le causaban. Después de ponerse las bragas se colocó un poco de perfil para ponerse el sostén. Así que le pudo ver un poco de la teta. Luego de eso el se alejo, para que ella no lo vea. Estaba tan caliente que se pajeo en el sillon con los recuerdos frescos del culo de mi madre, de como se ponía crema en las piernas, del vello púbico y de la teta que ...