1. El amigo de papá


    Fecha: 11/01/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Había terminado bachillerato, tenía 16 años, soy rubio, delgado, atlético.
    
    Mi mamá cumplía años y Alejandro, un amigo de papá, vino a la fiesta. Al verlo me sentí atraido por él, y por la manera que me miró, supe que le atraía. Ya tarde en la fiesta, todos estaban tomados. Alejandro se me acercó y estuvimos charlando. En un momento me llevó a un lugar oscuro del jardín, y allí recibí mi primer beso apasionado en la boca en mi vida. Quedé petrificado, pero debo admitir que me gustó. Como tenía mucho tiempo libre, Alejandro le propuso a papá llevarme un par de semanas a navegar, y a el le pareció estupendo. Al irse me llevó a mi habitación y me besó largamente, abrazandome y manoseando mi espalda y trasero. Al irse tuve que masturbarme y me imaginé con él hasta llegar a un rápido y potentísimo orgasmo.
    
    El día indicado vino por mi y bajamos al mar. Nos embarcamos y partimos.
    
    Una hora después de partir me presentó a su tripulación: 2 marinos negros enormes y muy fuertes, y dos sirvientes blancos y delgados. Luego de eso quedamos solos y Alejandro empezó a besarme con ternura, deseo, y lujuria, arrancandome la ropa muy lentamente. Yo solo le decía: No, no, por favor, pueden entrar y vernos. Al quedar totalmente desnudo llamó a los hombres blancos y les dijo: Quiero que me la depilen muy bien, y me entregó a ellos. Esos hombres me depilaron completamente y me llevaron a un camarote. Allí esperaba Alejandro totalmente desnudo. Me indicó que me acostara junto a él y ...
    ... empezó a besarme y manosearme libinidosamente. Al lamer mi ano grité de placer y esto lo prolongó un largo tiempo tocandome a placer por detrás. Sentí que ponía algo baboso en mi ano, y supe que me iba a dilatar. Yo temblaba de miedo y placer. Sin apuro me fue abriendo introduciendome unos dilatadores de metal, y cuando me vió listo se montó sobre mi e introdujo los 18 cm de su sexo completamente en mi ano. Al sentirlo todo dentro me sentí lleno, suyo, completo, y un tremendo orgasmo explotó en mis entrañas. No pude controlar mis gemidos de placer y él me dejo gozar aquello. Al ver que había pasado el orgasmo empezó a cogerme con ternura y a decirme cosas tiernas, eróticas, y sensuales en mi oido. Me cogió sin apuro y al acelerar su movimiento supe que eyacularía dentro de mi, y volví a acabar, pero esta vez fue diferente, pues ambos llegamos al orgasmo al mismo tiempo.
    
    Alejandro me abrazó virilmente con ternura, y me sentí protegido, deseado, y amado. Poco después, luego de una corta recuperación, volvió a cogerme sin haberse separado de mi.
    
    Al terminar nos paramos y me llevó a la sala de estar del yate. Me dijo: viste que tomar el laxante fue efectivo. Te voy a laxar cada tres días. Sentía su semen saliendo de mi ano y se lo dije, él rio y me dijo: tomemos Sol. Al subir estaba muy avergonzado, pues los tripulantes sabían lo que había pasado, pero no dijeron nada. Después de dos horas navegando, Alejandro me dijo: Ven, quiero que me lo mames en cubierta. Le dije: No, ...
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