1. Camarera sexi


    Fecha: 14/01/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Paco y Miguel estaban sentados en una terraza de un café cuando el verano ya daba sus últimos coletazos y dejaba paso al frío otoño; hay que decir que Miguel era parapléjico y se movía gracias a su silla de ruedas desde que hace ocho años cayera de un andamio en el que trabajaba como limpiacristales. La camarera vino a atenderles( una chica joven de unos veintipico de años, morena, ojos azules, de un metro setenta, con grandes pechos y un hermoso cuerpo).
    
    -Buenos días señores, ¿que quíeren tomar?.
    
    -Pongamé un café con leche- dijo Paco-.
    
    -A mi lo mismo-dijo Miguel-.
    
    -Muy bien, enseguida se los traigo.
    
    La camarera se alejó contoneando sus hermosass caderas y Miguel le dijo a Paco:
    
    -¡Cómo está la niña, ha conseguido tremparme, y eso no me ocurre desde hace mucho tiempo.
    
    -Que cabrito eres, si podría ser tu hija.
    
    -Anda ya, no soy tan viejo, cumplí los treintaiocho el mes pasado.
    
    -Olvidaté de ella, parece buena chica, de esas "intocables".
    
    -Jajaja, para mi no hay nada intocable amigo.
    
    -Calla, que viene...
    
    La camarera vino con la comanda y sirvió los cafés con leche, además puso unos crusanitos regalo de la casa.
    
    Tal y como estaba vestida con su blusa blanca y su minifalda negra, Miguel no pudo contenerse y se le fue la mano tocándole el culo, la muchacha le miró y le pego tal hostia que casi lo vuelca; en ese momento Miguel eyaculó y le dijo:
    
    -¿Que pasa, ¿no te ha gustado?.
    
    -Pues no, no soy ninguna puta.
    
    -Perdona a mi amigo, es un ...
    ... cerdo.
    
    -¡No soy un cerdo, soy un necesitado!
    
    -Debes de pasarlo mal, ¿cuanto hace que no follas?.
    
    -Unos dos años.
    
    -Entonces no me extraña que me hayas metido mano, pobrecito.
    
    Para asombro de Paco, la muchacha cogió la mano de Miguel y la introdujo bajo su escasa falda hasta su sexo, acto seguido le dijo: -Siguemé si puedes.
    
    Lo llevo hasta un callejón dónde no pasaba nadie, no habían ni gatos y allí se quitó la blusa y acto seguido el sujetador color azul mostrando a Miguel sus enormes pechos, se los acercó y Miguel le dijo:
    
    -Espera, un morreillo antes para romper el hielo, ¿no?.
    
    -Tienes razón.
    
    Ambos se morrearon con fuerza , luego si le apróximo sus pechos, Miguel los chupó con avidez.
    
    La lamió entera y luego le exigió el coño, la chica se quitó las blancas bragas y se arremangó la falda mostrando su conejito depilado a Miguel, puso una pierna sobre el brazo derecho de la silla y le acercó el sexo a Miguel que comió durante un buen rato gustosamente; luego la chica le dijo:
    
    -Ahora es hora de comerte yo algo.
    
    Le desabrochó el pantalón extrayendo su miembro y preguntándole al ver que tenía la polla pegajosa si habia eyaculado:
    
    -¿Cómo es que tu polla está pegajosa, ¿has eyaculado hace poco?.
    
    -Sí, me ha ocurrido antes al darme tu el tortazo, fue un placer extremo y extraño.
    
    -¿Te va el sado o que?.
    
    -No mucho, debio ser el contacto de tu sensual piel con la mía.
    
    La chica le pajeó el miembro viendo la cara de gustazo que ponía Miguel, ...
«12»