Mi suegra y yo compartimos el dolor 3 - Relatos Eróticos

Mi suegra y yo compartimos el dolor 3

El cuerpo de mí suegra cayó en la cama y su respiración era agitada parecía como si hubiera tenido un ataque de epilepsia por la forma de como ella aún temblaba luego de tener un orgasmo, el no tener  sexo todo estos meses me había ayudado mucho en que se dejará llevar. Toqué su enorme culo y le abrí las nalgas seguía pasándole la lengua aprovechando que aún  seguía muy sensible su vagina.

-! Ohh.. nooo.. sigas por favor Gonzalo.. dejame yaaa.. ohh.. ¡

Hacia oídos sordos a sus súplicas y le chupaba con más ganas y sus gemidos se volvieron a escuchar en la habitación, mi propósito era que mi suegra disfrute lo más que pudiera y lo conseguí volvió a dar de gritos cuando llegó al clímax 2 veces más, aunque me decía ella con su boca que no, su cuerpo me decía todo lo contrario. 

-! Ahh... noo..es correcto.. Gonzalo lo que estamos haciendo.. mm.. ayy.. ahh.. ahh. ahh... ¡

- ¿ Dígame señora Gisela si acaso no lo está disfrutando? Déjeme a mi ayudarla , no creo que estemos haciendo nada malo porque ahora solo estamos nosotros acá y ¡

Ya se encontraba totalmente ella entregada a mí y toda resistencia  había desaparecido, así que hice que Gisela se monté sobre mí y la verga le entró en su chucha que lo tenía muy caliente con muchísima facilidad debido de lo mojada que estaba por sus propios fluidos vi sus ojos como los tenía cerrados  y se mordía los labios para evitar gritar o dar alguna señal que me demuestre que ella también ya lo quería, besaba y apretaba con mis ...

... manos sus enormes senos. 

-! Ohh..ohh. mm.. Señora Gisela ya deje de pensar que esto es malo, ahora somos un hombre y una mujer que se necesitan ..sii.. ¡

Mi lengua la pasaba por sus duros pezones y luego los metía en mi boca comencé a mamarlos como si fuera un bebé muy hambriento, cuando Gisela empezó a moverse con algo de vergüenza al sentir mi  verga adentro de ella y venir a su cuerpo sensaciónes que ya había olvidado. 

Sus movimientos de caderas eran muy buenos para adelante y luego para atrás eso producía la fricción entre las paredes de su vagina y mi verga y se sentía bien rico, mi suegra ya estaba completamente entregada a mí. 

-! Ahh.mm.. ahh..mm.. Gonzalo no me mires por favor.. Ya cierra los ojos.. ¡

Tuve que complacerla hasta que se vaya acostubrando a nuestro cambio a partir de ahora, ahora sus sentadas sobre mi verga se hizo más fuerte y rápido, tuve que pararla un momento para poder prolongar la eyaculacion porque a ese ritmo no iba a durar mucho. 

Y busqué su boca ella no quiso e igual insistí ahora era mi mujer y Gisela aún tenía mucho miedo a los recuerdos, la puse con sus piernas en mis hombros y volví a penetrarla con fuerza, ella así me lo pidió y sus piernas se cruzaron en mi torso y ajustaron fuerte. 

Luego fuimos cambiando varias poses éramos unos hambrientos de sexo en ese momento, sentía como apretaba las paredes de su chucha hasta que no pude más y desfogue toda mi esperma en su interior. 

-! Ohhh...sii. Gisela. uff uff yaa me ...