Boutique “la cariñosa” - Relatos Eróticos

Boutique “la cariñosa”

... muy rápido. ¿Para usar el sofá?
-Bueee…, no seas así. Una tarde había tal kilombo en el local que mi amiga me dijo: “¿por qué no tomás una chica?”
“-Es que me jodieron varias veces. Aquí hay cosa muy lindas…, y muchas no aguantan la tentación.
“-Puede ser mi hija…
“-¿La nena que a veces viene con vos?
“-Si, ella.
“-¿Pero no va a la escuela?
“-Claro, a la mañana. A la tarde puede venir a ayudarte. Con algo de plata se pondrá contentísima. Te aseguro que no tendrás problema. De todas manera le voy a decir que es por un tiempo, y probarás si es buena y útil. Vas a ver como se esmera.
“-Bueno, decile que venga el lunes.
-Y así fue. El lunes vino. No solamente es riquísima, muy simpática e inteligente. En pocos días agarró la mano de todo. Sabe dónde poner las colecciones. Tiene muy buen gusto para la vidriera, atiende a la gente con clase y constancia. Prácticamente adivina que es lo que quieren. Un tesoro. Además esta contentísima de trabajar conmigo. Mi amiga me dijo que se siente muy feliz… y además le encanta lo que tenemos en venta y exposición. Dice que es el mejor lugar para elegir ropa. Así que yo también estoy contenta…
-¿Y…, ya la corrompiste?
-¡Jajaja! No…, solo la estoy pervirtiendo. Y le gusta…
-¡Jajaja! Sos única. ¿Y cómo haces?
-Bueno…, empecé por preguntarle si tiene novio, amigos, algo así… Si había tenido relaciones íntimas… ¿Viste? Esas cosas… Ella se pone colorada. Me cuenta de algunos besos, caricias, apretadas, revolcones sin llegar a mayor… ...

... Tocadas…, aquí y allá…, y esas cosas de chicas y chicos. Tiene 16. Pero dice que todos les parecen estúpidos. Que se van a las manos sin saber cómo seducir con clase… 
-¿Con clase?
-Si. ¿Viste? Es finoli…
-¡Jajaja! ¿Y qué le hiciste?
-Bueee…, fui poco a poco. Una caricia en la cola, un besito en la mejilla, alabando su cuerpito, sus piernas, sus tetitas, su culito… Se pone colorada, pero le gusta que se lo diga. En ningún momento mostró molestia por mis dichos y mis caricias. Está a punto…
-¿Ya? 
-Bueno. No tanto. Ya te voy a contar…
-¡Jajaja! 
-Ya estas teniendo pensamientos lujuriosos… 
-Y…, si es como decís, no hay que desaprovechar. Es más, a lo mejor le hago un favor.
-¡Jajaja! Ya te contaré.
El lunes le avisé que iba al día siguiente, esta vez a las 9. Hablábamos solamente a la mañana que era el único momento que estábamos solos.
Estaba esperando. En cuanto toqué el timbre me abrió el portero eléctrico. Salió de la trastienda. No se acercó. No quería mostrarse por las dudas pasara alguien. 
Allí me fije en la cortina de abalorios, con muchas cuerdas de colores. Desde el salón hacia la trastienda, si ésta estaba en penumbras o luz muy suave, no se ve nada, pero desde la trastienda hacia el salón, como éste es muy luminoso, se veía perfectamente. Además había una puerta que cerraba totalmente la trastienda dejando los abalorios hacia el salón. Esto, por los “ruidos”, claro.
Apenas tuve unos segundos para notar todos estos detalles. Yoli me tomó de la mano y me ...