1. Me vuelve a follar el indigente y exhibicionista.


    Fecha: 06/07/2017, Categorías: Gays Autor: danisampedro91, Fuente: RelatosEróticos

    Era sábado y había salido de fiesta, había ido a la discoteca Xornes. Esa noche andaba caliente a más no poder, solo pensaba en encontrar un machito que me rompiera el culo, y me dejara bien a gusto. No había gente de mi gusto esa noche en la discoteca, y en la mente, solo tenía la imagen del vagabundo que hacía algunas semanas que medaba por el culo, lo solía hacer varios días a la semana. Siempre que había ido, me daba por el culo, él y su compañero. La última vez que había estado con ellos, había sido el martes, y desde entonces no había vuelto por allí. esa noche de sábado, pensé en ir de fiesta, y mirar si encontraba algo que me satisficiera, pero además de estar caliente, y con ganas de ser follado, no se me iba de la cabeza aquellos 2 vagabundos, que también me daban por el culo, me hacían gozar, y me dejaban tan satisfecho. Eran ya las 2 de la madrugada, cuando cansado de beber cuba libres, tomé la decisión de marcharme, e ir en busca de mis 2 vagabundos, para que me dieran por el culo. Al día siguiente era domingo, y podría quedarme con ellos, hasta las 2 o 3 de la tarde, que era la hora que se solía comer en mi casa. Marché andando, cuando llegué eran las 3 menos 20 de la madrugada. Iba empalmado, y con el culo palpitando por ser follado. Necesitaba un rabo que calmara mi calentura y desesperación, y no me salía de la mente aquellas vergas, de mis vagabundos folladores. Fui directo al bajo comercial, que era donde sabía que dormían. Pero ¡oh!, gran sorpresa, el ...
    ... bajo, tenía la entrada cerrada con una puerta, y una cadena con candado. Al principio quedé pensando, si me habría equivocado, pero no, era allí, y al parecer ese bajo, estaba cerrado. Miré por otros bajos, pero todos estaban igual. Así que desesperado, decidí marcharme, haciéndolo por entre las tuberías de hormigón, que quedaban allí al lado. Al llegar a las tuberías, me paré para encender un cigarrillo, y como tenía ganas de mear, saqué la polla, poniéndome a mear, mientras miraba por entre las tuberías, por ver si se veía algún indigente. Ssí, allí había cartones, y se miraban unos bultos, como si hubiera gente. Me acerqué, descubriendo en ellos, al indigente exhibicionista, allí acurrucado. Tan pronto me acerqué, el vagabundo levantó la cabeza viéndome llegar. Me llamó, diciendo, ven putito. Me agaché y entrando de rodillas, fui hasta donde estaba. Me dijo, ven, métete aquí, abriendo la manta que lo cubría. Acuéstate con migo, mi amor, que dormiremos juntitos. ¿Que pasó con los bajos? le pregunté. Nada, que nos echaron fuera y lo cerraron. Pero anda, desnúdate y métete aquí con migo, que así estaremos más calentitos. Me saqué la cazadora que llevaba y los zapatos, los dejé allí al lado, mientras el indigente me decía métete ya así, que te sacas la ropa aquí mi amor. Sin pensarlo más, me metí entre la manta y los cartones que hacían de cama, cuando me abrazó, empezando a besarme y acariciar el pelo, mientras me iba diciendo, tienes ganas de follar mi amor, verdad. Quieres que ...
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