1. TIA MARTA (Parte 1)


    Fecha: 16/01/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Primera Vez Autor: juanmanueltercero, Fuente: xHamster

    Los hechos de este relato sucedieron hace mucho tiempo pero son recuerdos que tengo grabados, tenía como 13 años, vivía con mis padres, un hermano y tres hermanas, en una ciudad pequeña.Una hermana de mi madre administraba una pequeña finca o rancho, se llamaba Marta, la tía Marta. Por lo que vivía con su esposo en esa finca cerca del litoral pacífico.Un mal día, un borracho llegó a la tienda (estanquillo o pulpería) que ellos tenían en la finca, los insultó y los quería agredir con un machete, mi tío tomó su rifle para amedrentarlo, con tan mala suerte que se le disparó, y el balazo le dio al tipo en el cuello, muriendo instantáneamente. Mi tío pasó algún tiempo en la cárcel, en la ciudad donde nosotros vivíamos.Tía Marta fue a vivir a mi casa, y ahí comienzan mis excitaciones y deseos por ella. Era blanca, estatura media, más bien gordita, tenía unas tetas grandes, riquísimas. Acostumbraba estar en la casa sin sostén, solamente se ponía un suéter abotonado al frente. Cuando caminaba, bailaban esas maravillas, en ciertas posiciones se abría el espacio del suéter que queda entre los botones y se miraba un poco, yo me ponía loco y me hacía unas grandes pajas, en otras ocasiones se marcaban los pezones en el suéter, yo deliraba, trece años y unas ganas locas por coger. La tía Marta casi siempre usaba faldas, no sé por qué pero al sentarse abría las piernas, ahí estaba yo volando ojo y eso me excitaba mucho… pero de eso no pasó, yo apenas acababa de desarrollar y no sabía nada, ...
    ... solo ganas y el consuelo de la masturbación.No recuerdo si uno o dos años estuvo ella en mi casa. Al estar libre el esposo, se fueron a vivir a una ciudad grande. Unas pocas veces la visitamos en su casa, en una de esas ocasiones, estábamos otra tía y yo en el cuarto de tía Marta, ella iba a cambiarse blusa para salir a la calle. Allí mismo se quitó la que traía puesta y quedó en brasier para ponerse otra. Los ojos se me fueron, y se me agitó la respiración, ella estaba a menos de un metro de distancia, el brasier era blanco y en él no cabían las maravillosas tetas de la tía, casi la mitad quedaban fuera, como queriendo salirse, se me paró el pito, ella se dio cuenta y se separó un poco, salió del cuarto y fue al baño para terminar de arreglarse, yo quedé excitadísimo y seguí tratando de verla, ella ya se comportó más reservada ante mi presencia.Pasaron los años, algunas pajas fueron a la salud de ella. Cuando yo tenía como 19 años, me fui a vivir a la ciudad de ella para trabajar e iniciar mis estudios en la universidad. Mi madre habló con ella para hospedarme en su casa, lo cual aceptó gustosa (para ese entonces ya había muerto su esposo). Ella era viuda, ya mayor, pero siempre relajada en su vestuario dentro de su casa.Llegué con intención de controlarme ante la excitación que siempre me había producido. Lo logré al inicio, los primeros meses, pero después me era imposible soportar las ganas.Con frecuencia usaba solamente una bata corta y calzones. Ya se imaginan como se ...
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