1. Sexo en la oficina (2)


    Fecha: 17/01/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... jugos vaginales que de ella emanaban, pero seguía besando y chupeteando mi ano y nalgas tenazmente y con una de sus manos acariciaba la abundante vellosidad que cubre en su totalidad mi panocha poniéndome nuevamente a punto del segundo orgasmo, sin dejar de disfrutar mis nalgas me repetía incansablemente toda clase de adjetivos ensalzando, según decía, lo magnifico de mis nalgas. Sin querer ser vanidosa he de decir que lo mejor que tengo son precisamente mis nalgas que ya de por sí las tengo buenas de nacimiento, las he acrecentado y endurecido a base de ejercicios diarios, la gran mayoría de los piropos que a diario recibo en la calle son referentes a mis nalgas, lo que me llena de satisfacción aunque finjo no escucharlos y procuro vestir con ropa que las hagan sobresalir y que se me note la forma y tamaño de mi ropa intima para hacerlas mas notorias.
    
    Estaba tan excitada que ya quería verle la verga y un segundo antes de que se lo pidiera, mi jefe se bajo el cierre del pantalón y libero su tremendo pene y sus imponentes testículos, no llevaba calzones lo que facilitaba poner al descubierto sus genitales en su totalidad, voltee a mirar su verga, me quedé estupefacta ante la belleza de su vergota, era imposible dejar de hacer comparaciones con mi esposo, la de mi cónyuge se la he medido innumerables veces y le mide exactamente 20.5 Cm. pero la vergota de mi jefe a simple vista era más grande y gruesa, estaba circundada dejando descubierta una deliciosa cabeza enorme, ...
    ... rojiza, redondeada que remataba el suculento tronco surcado por gruesas venas que lo hacían más apetitoso, el tronco se hacia un poco mas grueso a medida que se acercaba al nacimiento de tan espectacular pene y bajo él unos güevos increíblemente grandes dignos de un toro de Miura, perfectamente redondos, sin un solo vello en ellos, tal vez se los depilaba o simplemente era lampiño de esa zona, no me imagino como puede caminar con esa impresionante bolsa de escroto entre sus piernas, en conjunto era una vergota excelsa de esas que toda mujer desea en sus más cachondas fantasías eróticas.
    
    Ante tan maravilloso cetro viril no pude contenerme y me empiné para tocarlo directamente, mi mano no alcanzaba a rodearlo, ni siquiera llegaba a tocar mi dedo pulgar con mi dedo medio debido al grosor de tan encantadora tranca, empecé a frotarlo de arriba abajo a manera de "chaqueta", pero sin premeditarlo poco a poco me fui acercando ante tan suculento órgano varonil, de tal manera que cuando me di cuenta lo tenia rozando mi rostro, empecé a frotarlo contra mis mejillas un poco indecisa de besarlo, pero mi jefe me soluciono la duda cuando pronuncio las palabras que yo esperaba "bésamelo" me dijo, empecé con besitos tímidos en su tremendo tronco, fui subiendo poquito a poco hasta llegar a su impresionante cabeza en la que plante un sonoro beso en la punta de tan sabroso instrumento de placer.
    
    Volví a bajar lentamente pero ahora lamiendo tan suculenta vergota hasta llegar a los espectaculares ...
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