1. ELIZA


    Fecha: 17/01/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... siguió besando el cuello de la niña y tocando la pequeña vagina de la menor. Poco a poco fue deslizando los pequeños tirantes del vestido por los brazos de la menor, la cual fue sintiendo como su vestido fue cayendo poco a poco, dejando al descubierto los inexistentes y rosados pechos de la menor, solo eran unas pequeñas bolitas en el blanco pecho de la menor, aun así el párroco se inclinó para degustar los pechos de Eliza, los succionaba pensando que él era el primer hombre que disfrutaba de ellos, ya tenía su vestido en la cintura y el padre succionaba sus pequeñísimos senos como si de un bebe que se estaba alimentando se tratara. En un movimiento levanto a la menor y le logro bajar el vestido de un solo jalón, el vestido fue a dar a sus pies y después al suelo, ya Eliza estaba desnuda lo único que cubría su cuerpo era su pequeño calzón blanco infantil y el manto de la virgen María que aun tenia, el padre poco a poco con besos en sus pechos y en su vientre la fue recostando hasta tener a ese angelito jamás tocado complemente acostada en la cama, con besos y carias fue bajando por sus pechos, su vientre y finalmente llego a la entre pierna de la menor, ella por reacción apretó sus blancas piernitas, el con el morbo que sentía el estar degustando tan hermoso cuerpo con los dientes tomo el calzón de la menos y lo fue bajando, poco a poco hasta que tuve frente a sus ojos lo que cualquier pedófilo desea, una vaginita blanca y rosadita sin bello alguno de una nena de siete ...
    ... años, se quedó un momento contemplando tal belleza. Después sin pensarlo más un dio su boca en la entrepierna de la menos, su larga lengua no tardo en abrir los labios de la menor y dejo al descubierto la virginidad perfecta de la misma, por su parte Eliza sentía que el aire se le escapaba esa sensación le así sentir como cuando jugaba o rezaba pero muchas veces mejor, sentía que su lengua lamia mis labios para después con sus dedos separarlos e introducirse en su pequeña vaginita virgen metía y sacaba su lengua y Eliza solo movía mis piernas y se quejaba ya que sentía demasiadas cosas, estaba sumamente excitada, sentía que algo escurría por sus piernas por mi culito pero no le daba importancia, con sus dedos masturbaba su clítoris y solo podía gemir de placer pues era indescriptible lo que sentía, pronto comenzó a sentir como un pequeño dolor pero agradable que le hacía olvidar todo y querer más pero a la vez se sentía perdida entonces grito un poco por esa sensación abrumadora, la pequeña Eliza sin saberlo había tenido el primer orgasmo de su vida y lo había ocasionado el viejo cura que con deleite y como si se tratara de un gran logro bebía las primeras babitas de la niña. Ella cansada solo miraba el techo y el crucifijo que estaba en la pared en eso la voz del párroco le dijo. -llego la hora de cogerte mi nena, ponte de espaldas y levanta tus nalguitas hacia mí. Ella ya sin voluntad por el orgasmo que había tenido el primero a sus cortos siete años obedeció, levanto sus ...
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