Dos negros colombianos bien dotados
Fecha: 17/01/2018,
Categorías:
Anal
Primera Vez
Sexo Interracial
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
... otra cama otro negro gigantesco, tendido boca arriba. Llevaba puesto un slip blanco, que contrastaba con el color tan oscuro de su piel.Pero lo más llamativo, era el bulto que se adivinaba bajo ese slip.Sandro se sentó a mi lado y comenzó a manosearme. Me acarició las piernas, las tetas y me quitó la remera. Sonrió al ver que no llevaba sostén. Me lamió los pezones hasta que se me endurecieron. Después su mano subió por mis muslos, entró bajo mi falda y enseguida sus dedos encontraron mi tanga empapada.El negro me hizo poner de pie y deslizó la tanga por mis piernas, hasta que llegaron a mis tobillos. Me apoyé en sus hombros y levanté mis pies para que él me quitara la tanga. Volvió a sonreír y me dijo que se la guardaría como recuerdo.Después se desnudó él. Cuando se dio vuelta, me quise morir. Allí tenía una verga negra tremenda; era enorme por donde se la mirara; parecía todavía más grande que en esa foto que me había enviado.Se acercó y zambulló un par de dedos negros en mi concha empapada. Yo gemí y dejé escapar un grito agudo; pero Sandro me tapó la boca con su otra mano y miró a su amigo, que seguía acostado y quieto, con los ojos cerrados.Estiré mi mano para agarrar esa pija oscura gigantesca; pero Sandro apartó mis dedos enseguida. Me hizo sentar en el borde de la cama y abrir mis muslos. Entonces me dio una chupada de concha como nunca nadie me lo había hecho. Tuve que morderme los labios para no gritar y despertar al otro negro.En menos de dos minutos Sandro me ...
... hizo acabar como una buena perra. Mientras me la chupaba, me metía uno de sus gruesos dedos por el culo, añadiendo todavía más placer.Después por fin fue mi turno. Caí de rodillas frente a ese negro enorme y traté de chupar esa tremenda verga, Estaba haciéndolo con comodidad, cuando Sandro comenzó a cogerme la boca, sin piedad; sin importarle que yo me ahogara con semejante pedazo de pija.Cuando tuvo la pija bien tiesa, se puso un forro y me levantó del suelo por las axilas, como si yo fuera una pluma. Me llevó contra una pared y empezó a cogerme, haciendo que mi cuerpo descendiera sobre su verga erecta. Sentí dolor al iniciar la penetración, pero me lo aguanté sin llorar.Cuando la tuvo enterrada hasta casi la mitad dentro de mi concha; comenzó a moverme hacia arriba y abajo. Con sus pesadas manos me sostenía por mi cola y yo me colgaba de sus anchos hombros.No pude ya evitar jadear y sollozar de placer; así que, finalmente, el otro negro se despertó en las penumbras. Se sentó en su cama y sonrió al ver el espectáculo frente a sus ojos.Sandro me hizo desmontar de su verga y me arrastró hasta su amigo, ordenándome que se la chupara. El otro se quitó el slip blanco y comprobé que tenía una pija tan enorme como la que me estaba arruinando la concha en ese momento.Me incliné sobre esa serpiente negra y comencé a lamerla con mi lengua. Sandro aprovechó esa posición y me volvió a enterrar su pija dura entre mis cachas. Esta vez aullé como loca; ya que ese negro no me demostraba piedad ...