después del cine
Fecha: 18/01/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: sayago19, Fuente: SexoSinTabues
Después de salir del cine, Inés y yo entramos por una estrecha puerta al hotel “Cuba”, el cual anunciaba “TV a color” y “agua caliente las 24 horas” como principales atractivos. Pedimos una habitación “para salir hoy” le aclaré a la chica de recepción, mientras observaba su generoso escote, de manera mecánica recibió mi billete y me entregó una llave, un preservativo y mi cambio; di las gracias y nos retiramos. Antes de avanzar por las escaleras, para llegar a la habitación 241, le ordeno a Inés: “Desabotónate el abrigo” Abre los ojos de manera desmesurada e intenta decir algo, la tomo por la nuca y le digo al oído: “silencio, recuerda que prometiste obedecer todas las indicaciones sin protestar” a la par que mi mano izquierda aprieta su pezón derecho bajo el abrigo. Se muerde los labios, para acallar una expresión de dolor y placer, y procede a soltar los botones de su prenda; su cuerpo se muestra bajo la prenda a cada escalón que sube. Mi diestra levanta la parte de atrás del abrigo, acariciando la redondez de su trasero; al llegar al piso 2 (donde está la habitación) nos encontramos frente a frente con una camarera, la cual se sorprende al ver a Inés desnuda pero solo bastan unos segundos para que su mirada brille de interés y nos dedique una sonrisa a ambos. “¿Qué habitación buscan jóvenes?” “241” respondo. “por aquí, si gustan acompañarme” dice con cortesía y camina desandando sus pasos. Se detiene frente a una puerta, la cual abre, y nos señala el acceso Inés entra con ...
... la cabeza baja, intentando ocultar su sonrojo, tomo un billete de la cartera y se lo entrego a la mujer. “Gracias, si necesita algo más llame a recepción y pregunte por Carmen; por cierto mi turno termina en 15 minutos” sus dedos acarician mi mano al tomar el dinero y una sonrisa prometedora se ve en su rostro. Cierro la puerta, “desnúdate” le ordeno a Inés; y el abrigo se desliza hasta el suelo. “cierra los ojos” una vez que obedece procedo a vendárselos con mi corbata, “entra a la ducha y levanta las manos”; con ayuda de una silla procedo a atarla a la regadera con la ayuda de la funda de las almohadas. Viéndola indefensa procedo a desnudarme, saberla inerme me provoca una erección, sin que ella lo espere mi mano golpea sus nalgas. “hmmmmm” es la expresión que se filtra por sus labios cerrados, la impresión enrojecida de mi palma aparece en su blanco trasero. Coloco un clip tipo pinza en cada uno de sus erectos pezones, “ouch” expresa, introduzco mis dedos en su ya mojada cueva y comienzo a acariciarla. Mueve un poco sus caderas, buscando una posición que le permita disfrutar más la invasión a su intimidad; repentinamente ¡tocan a la puerta!. Desnudo y erecto abro de par en par, dispuesto a increpar al inoportuno, sin embrago es Carmen la mucama, quien por lo visto terminó su turno (ya que no traes puesto el uniforme, pero luce una blusa de tirantes con un escote muy generoso y una breve falda que permite vislumbrar un sólido par de piernas). Ella, sin sorpresa alguna, me ...