1. Mi calentura con Fito


    Fecha: 26/03/2021, Categorías: Zoofilia Tus Relatos Autor: Fantasito, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Mi marido tiene un campito de 15 hectáreas a 29 km de la ciudad, donde tiene un vacas y un tambo. En verano pasamos tiempo allí por ser más fresco que la ciudad. Frecuentemente invitamos amigos, hombres, mujeres o parejas a pasar una semanita de campo.
    Yo apenas llego me visto con un camisoncito de tela muy fina, sin nada debajo y es tan corto que apenas tapa un pedazo de nalgas. Este atuendo no nos falla nunca con cada visitante tenemos sexo del mejor, sea hombre, mujer o pareja.
    Una noche, después de haber cojido fuerte mi marido se durmió y yo comencé a pajearme, hice tanto ruido que mi marido se despertó.
    - Te estás pajeando. No te alcanzó con mi cojida? -
    - Me estoy pajeando con Fito, tengo muchas ganas que me coja. -
    - Fito? El caballo? -
    - Si. Quiero que me parta la concha y me llene de leche. -
    - Bueno, esta tarde, después que se vaya Froilán (el peón) preparo todo para que te des el gusto.
    Pasé el día temblando de calentura, a cada rato me hacía una paja. Al atardecer mi marido me dijo:
    - Ya está todo listo. Estás segura? -
    - Si!!! -
    Fuimos al establo, mi marido había preparado una mesa con rueditas que tiene en el tallercito, una manta y me pidió una sábana.
    Puso dos ganchos en la pared, ató dos cuerdas  a la mesa y ...
    ... las pasó por los ganchos.
    - Ahora pajealo y chupale la verga. - Me dijo y así lo hice.
    Se le paró enseguida y me puso panza arriba en el borde la mesa, abrí bien de `piernas y levantalas mucho. Acercó la mesa hasta que la pija del caballo tocó  mi concha y me dio las cuerdas, una en cada mano.
    - Ahora, metetela hasta donde aguantes. -
    Comencé a tirar y la mesa a adelantarse. Sentía como me entraba esa pija grande, gorda, tan deseada. Seguí tirando, sentía un dolor sordo en mi vientre, muy agradable y sensual. Comencé a moverme en círculo y a los lados, los pelos del pecho del caballo 
    pinchaban suavemente los pezones, lo que me calentaba más. No dudo que esa pija me llegó hasta el fondo del útero y yo quería más, mucho más. Mis orgasmos eran tan frecuentes que perdí la cuenta, besaba el pecho de mi macho equino, mi boca era una fuente de palabras sucias, soeces, de puta.
    En un momento Fito eyaculó, parecía que mi vientre explotaría, por los costados de la pija salían chorros de mi concha, me pareció desmayar. Mi marido retiró el caballo y acercándolo por un  costado me dio la pija de Fito a chupar y lamer..
    Creo que nunca gocé ni gozaré tanto. Pero mi marido me prometió:
    - Mañana a la noche va por el culo, buscate una cermita, - 
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