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Mi calentura con Fito 2
Fecha: 26/03/2021, Categorías: Zoofilia Tus Relatos Autor: Fantasito, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Nos fuimos a acostar con mi marido. Yo no quise lavarme para tener el semen y el olor de Fito en mi cuerpo. Mi marido, muy caliente me dio vuelta y con su gran pija me rompió bien el culo. La tenía metida hasta los huevos y hacía un movimiento circular que me estiraba el agujero.. Me acabó adentro y con el celular me sacó una foto. Me sorprendió el tamaño del agujero de mi culo. Al otro día seguía muy caliente, andaba desnuda por la casa, en una de esas me vio Froilán y no me importó. Que se haga una buena paja conmigo, me dije, pero eso saltar mi calentura. Salí desnuda de la casa, fui hasta un árbol donde Froilán estaba tomando mate en un descanso. Cundo me vio desnuda quedó duro de la sorpresa. - Froilán, te gusto? - - Y.... bastante doña Elisa. - - Estás caliente conmigo? - - No me pregunte eso, usted es mi patrona. - - Estamos en confianza, dime, cuando te vas por las tardes a tu rancho, te pajeás o te cojés las dos ovejas que tienes? - Con usted, tengo leche para las dos ovejas y unas buenas pajas. - - Mañana trae las ovejas porque quiero ver como las cojes. - ordené Después me abrí bien de piernas para que me vea bien la concha y me di ...
... vuelta, me abrí bien las nalgas para que me vea el agujero del culo. En eso llegó mi marido y preguntó: - Ya l,e mostraste tus agujeros? - - Si, ya Froilán sabe como es su patrona. - Después de almorzar ya no pude esperar, quise que Fito me culeara. Preparamos todo, llamamos a Froilán para que vea y mi marido me volvió a culear, agrandándome el ojete. A esto, Froilán estaba con la verga afuera y pajeándose. Dije: - Quiero conocer el olor a oveja. - y me agaché para oler la pija de Froilán, de paso le di un beso en el glande Mi marido trajo el caballito que reconociendo a su yegua comenzó a ponerse nervioso y ansioso. Me puse panza arriba, igual que ayer y sentí la punta de la verga del potro en mi culo, ya muy abierto. Comencé a tirar las sogas y la verga a entrar en mi culo. Se debe tener mucha calentura y mucho valor para seguir tirando la cuerda. Parecía que el culo se me desgarraba y yo seguía tirando. En un momento, Froilán se acabó con un grito: - Qué puta que sos! - Mi marido, sonriente, le dijo: - Si, tengo esa suerte. - Mañana vendrán las ovejas y despertaré coln un hermos dolor en el ojete, producto de la culeada de mi nuevo macho.
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