Noches con René - Relatos Eróticos

Noches con René

Mi marido Sergio tiene un físico normal, tiene el pelo algo enrulado y unos ojos dorados con mirar profundo que lo hace muy atractivo. Siempre se dedicó a tirarse mujeres, aún más desde que somos pareja. Eso me gusta de él y me conviene porque trae a nuestra cama hermosas mujeres de las que hago mi juego.
Soy bisexual y me gusta tanto un buen paquete de hambre como unos jugosos labios femeninos.
Un mediodía cae con un comentario, René, secretaria/novia de un cliente le propuso salir a la noche los tres.
Fuimos a cenar, a bailar a un antro bastante oscuro y luego al departamento.
Cuando se desnudó esa muchacha quedé alelada, era una alemanita más que hermosa, nada pudorosa, genial.
Se montó sobre Sergio y su orgasmo fue intenso, mi marido me empalmó a mí hasta eyacular. Siguieron las acciones hasta que Sergio, satisfecho se durmió entre nosotras dos.
Allí aproveché, pasando sobre el cuerpo dormido de mi marido caí sobre el cuerpo de René. Mis besos, mis caricias fueron correspondidos por esa rubia adorable.
No hubo cosa que no hiciéramos, nos besamos, nos lamimos los cuerpos mutuamente, nos mamamos las conchas, ...

... nos lamimos los agujeros de nuestros culos, nos metimos los dedos, tijereamos dos o tres veces. Al amanecer despertamos  sergio porque René debía ir a trabajar. Recuerdo que no tenía yerba en su trabajo, así que le dí de la nuestra para que tomara unos mates y se repuesiera del trajín sexual.
Llegó la noche, nuevo encuentro, Sergio ya no se durmió, me cuenta que mi cuerpo levitaba cuando René me chupaba la concha, después de mamarle la pija a él.
Con mis dedos dilaté el agujero del ojete de mi amante para que mi marido se lo rompiera. Ella se puso boca abajo, con una almohada debajo, él le abrió bien las nalgas y le enterró su paquete en el centro de su culo. La verga entró lentamente y cuando llegó al fondo Sergio se detuvo. Puse mi concha junto a la boca de la rubia y comenzó una acción a tres que nos llevó a orgasmos conjuntos, gemidos, ayes y susurros sexuales que nos calentaban.
En un momento René nos contó que en horas de la siesta se había hecho tres pajas por lo caliente que estaba.
Así seguimos varias noches seguidas hasta que volvió su jefe/novio de un viaje yh ya fue imposible encontrarnos.
Besos a todos.