La puta de mi yerno (relato muy caliente)
Fecha: 19/01/2018,
Categorías:
Anal
Sexo con Maduras
Tabú
Autor: dygord, Fuente: xHamster
... de besos, caricias, apretones, mordisqueos y un dulce y suave bombeo de Javier hacia mí, mi cola se ponía golosa y en cada empelloncito se preparaba para él levantándose tímidamente, sin darme cuenta el dolor se había borrado y solo sentía un placer celestial cada vez que aquel pedazo del gran pedazo me invadía los intestinos, Javier iba tomando confianza y seguro del placer que me estaba dando cada vez me daba un poco más, yo lo notaba porque puntualmente volvía alguna gota de dolor, pero decidí dejarlo ya y no intimidarlo otra vez ya que el goce era mucho mayor que el dolor. Así estuvimos un buen rato, mientras yo lamia sus manos él me besaba la oreja, el cuello, mis pies y piernas envolvían los suyos por detrás, Javier se detenía unos segundos para que mis entrañas se adaptaran todo lo que podían a aquel tamaño, sentía su verga en mi culo como una brasa cada vez más caliente, hasta llegue a sentir como latía, sus testículos que rozaban mis nalgas parecían granadas a punto de explotar, yo sentía como mis flujos volvían a aparecer en mi vagina de la excitación que me generaba aquella enculada y cada vez mi cola lo desafiaba más empinándose a cada embestida, empecé a gozar de una manera inédita para mi, quería aquella verga de una vez por todas entera en mi interior, estaba tan caliente, que volví a insultarlo y a desafiarlo a que me la metiera toda lo antes posible, Javier perdió todas las formas dejo los besos se apoyo en sus brazos y me la hundió hasta el fondo, quise ...
... llorar, chille, berree, patalee, lo insulte, goce, al fin, al fin tenia toda aquella verga adentro mío, que disfrute, que sensación, que goce, que placer inaudito, sentía partirme en 2 y me encantaba, mis pezones parecían estallar, mi vulva estaba mojadisíma e hinchadísima, mi cola exhumaba jugos que se mezclaban con el sudor de nuestros cuerpos y la crema que nos lubrico, y ese olor me volvía loca. Tenia la sensación de tener un corazón en mi cola de cómo le latía la verga a Javier, me daba tan fuerte, como castigándome, el chasquido de su pelvis en mis nalgas era estruendoso, su verga entraba ya como cuchillo en la manteca, sentía tan próximo mi orgasmo, que tome la decisión de incorporarme con la ayuda de mis brazos, venciendo el peso de Javier, para quedar en 4 patas apoyada en mis antebrazos con toda aquella maravillosa pija en mi cola, Javier ya estaba desencajado por completo, me separo las piernas con las suyas, se afirmo en mis caderas con sus manos, hundía los dedos en mis carmes y me asía como un juguete contra él, era tanto el bombeo que sus bolas me enloquecían cuando como latigazos chocaban contra mi vulva, con la voz agitadísima me pidió “Pilar, Pili, háblame sucio, decime cosas cerdas”, detuve un instante mi goce para sonriendo contestarle, “Javi, mi amor, quiero ser tu puta, la más puta que te hayas cogido, siempre voy a ser tu putita, me vas a coger como y cuando quieras” esto me recontracalento hasta mí, años, pero años que no podía decirle esto a nadie, lo ...