Por favor, les ruego que me eliminen un relato - Relatos Eróticos

Por favor, les ruego que me eliminen un relato

... pie y empieza a abrazarme fuertemente cogiéndome de la cintura y me besa la frente y las mejillas, mientras me dice, bajito, entre besos:

—T’estimo… No et fas una idea de quant, Clara. Ets l’amor de la meva vida. (Te amo… No te haces una idea de cuánto, Clara. Eres el amor de mi vida).

Veo que unas cuantas lágrimas empiezan a recorrer sus mejillas. Nos fundimos las dos en un cálido abrazo. Lágrimas empiezan también a recorrer mi rostro. Quién lo diría… Después de tantas malas cosas en mi vida, de tanto daño, de tanto dolor… Ser realmente feliz haciendo lo que quiero hacer lo mejor posible en mi día a día, viviendo en Girona, esta preciosa ciudad que tan cautivada me tiene, junto a Adela, la mujer de mis sueños y que me hace aún más feliz. Y sabe cómo hacerlo. Es ella. La mujer en la que siempre he soñado. Ella me ha enseñado lo que es el verdadero amor. Quién lo iba a decir años atrás…

Me siento extremadamente protegida envuelta en sus brazos. Es tan grande Adela… En todos los sentidos. Su grandeza exterior se iguala a la interior. Ella tan alta (y aún más con las botas de plataforma y tacón, mediría uno noventayalgo) y grandota… Y yo tan pequeña y menuda a su lado… Es que nos complementamos tanto… Acto seguido, pone sus grandes manos en mis delicadas mejillas y me dice:

—Ets la nina dels meus ulls. (Eres la niña de mis ojos).

—T’estimo (Te amo) —pongo mis finas y delicadas manos encima de las suyas.

Y nos volvemos a besar los labios.

Acto seguido, ...

... Adela mira hacia la mesa, donde ya estaban los platos, la olla con la escudella y patatas fritas, pan, queso y embutidos varios.

—Mmmm… Quina bona olor… Ui, el meu estómac comença a rugir i això significa que hi ha gana! (Mmmm… Qué rico olor… ¡Uy, mi estómago comienza a rugir y eso significa que hay hambre!) —me dice, sonriendo de oreja a oreja y guiñándome un ojo.

—Sí, ara mateix sopem, amor. Ja podem seure a taula. (Sí, ahora mismo cenamos, amor. Ya podemos sentarnos en la mesa).

Entonces, nos sentamos. Ella empieza a comer. Ella come bastante más que yo, como siempre. Adela es una mujer con mucho apetito. Sus abundantes curvas ya lo dicen todo…

En un momento, coge un trozo de pan de pagès con chorizo y queso y lo muerde y mastica fuerte y con ganas. Me encanta verla comer con hambre, morder, masticar y tragar con ganas y disfrutar de la comida (como más calórica, mejor), hasta el punto de ensuciarse la boca e incluso ser un poco lo que se diría «guarra» comiendo. Me excita.

Ella me empieza a hablar de su ajetreado día.

—Tots els que ens hem oferit a fer-ho, ens hem hagut de dividir en dos grups i distribuïnt-nos els itineraris a seguir. Ha estat genial. I els nens, tots molt bonics i molt i molt contents de rebre les llaminadures i bombons que hem repartit per tota la ciutat. Hem anat a dinar al Konig de Plaça Independència, on m’he menjat un bon plat d’espaguetis a la bolonyesa i una crema catalana. I quan hem acabat, a les vuit, ens han donat una tassa de ...