Pitu, Hugui y mamá - Relatos Eróticos

Pitu, Hugui y mamá

... pajearse hasta que acabaron derramando
 chorros de leche sobre mi vientre y mis tetas. Eran leches espesas, muy blancas, parecían yogurt, pero caliente y sabroso. Con mi 
dedo índice fui recogiendo cada goterón y llevándolo a mi boca.
Mientras me cogían mis amados hijos me decían los peores insultos:


Demás está decir que mientras me cogían mis hijos me susurraban insultos de la peor clase:- Puta, puta degenerada, chupavergas, pajera y otros. - Esa palabras me gustaban y más me calentaban.
Nos dormimos abrazados. Al otro día (domingo) nos despertamos tarde.
 Me duché y desnuda me puse un delantal para preparar el desayuno, mis hijos se ducharon y desnudos vinieron a desayunar.
Les recomendé:
. Chicos no vaya a decir nada de lo que pasó, eso queda dentro de casa. -
- Te crees que vamos a divulgar que tenemos una madre puta y degenerad? - dijo Pitu
y agregó Hugui:
- Por otra parte si contamos como te gusta la pija se arma una fila de machos en nuestra puerta. -
Desde entonces, hace como un año, vivimos desnudos dentro de la casa, hay sexo en cualquier momento y en cualquier parte. Tengo continuamente la concha y el culo dilatados y la boca con gusto a semen. En este tiempo debo haber bebido litros de rica leche de macho, mis hijos se han perfeccionado, las dobles penetraciones se suceden, vaginal-anal; doble vaginal. Lo que todavía no han podido hacer, aunque lo intentan es doble anal, ya que mi esfínter, por más agrandado y roto que esté no alcanza para que entren esas dos tremendas pijas juntas.
Vivo en un sueño de deseo y sexo, nunca he gozado tanto ni he estado tan enamorada como lo estoy de mis  hijos/machos.
Ahora, esos temibles amantes están proyectando algo más: están buscando un perro ovejero pata que también me coja.
Besos a todos.