atendiendo a dos viejitos
Fecha: 10/05/2021,
Categorías:
Infidelidad
Tus Relatos
Autor: brujitx, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... sacarlo, solo atinaba a decir, siii, eso sí, que rico se siente, no me habían hecho sentir eso, mis manos apretaban sus bolitas suavemente, su miembro fue recuperando su erección total, el disfrute en ese momento fue superior para mi cliente en ese momento,
El otro abuelito, me acomodó con sus manos en mi cintura para ponerme a su altura para que mi rajita, recién lamida y lubricada con sus dedos, quedara al mismo nivel de su pelvis y su verga, la cual entró sin problemas, hasta el fondo, de un solo envión, sus bolitas golpeaban mis nalga, en un intento desesperado por entrar, mmmm, yo gemía de placer, no tanto por el grosor de sus vergas, sino por el placer que de verdad me generaba el morbo de tener dos personas adultas trabajando en mi cuerpo, metiendo y sacando por mis dos agujeros, esos trocitos de carne que en ese momento se me antojaban lo más delicioso del mundo.
Decidieron cambiar, me quedé en la misma posición, el que estaba en mi boca, pasó para mi vagina, llena de jugos, la introdujo de un solo golpe, comenzó su mete y saca a su propio ritmo, me levanté apoyando mis codos en la cama y así me quedé, observando ese panorama, el abuelito temblaba de emoción, s rostro reflejaba una especie de desespero, que rica verga tienes papi, le dije, y cómo sabes manejarla de bien, con voz entrecortada atinó a decir, gracias y seguía en su ejercicio, mientras el otro abuelito, se masturbaba para mantener la erección,
Ven te la chupo un poquito, le dije, se acercó y la ...
... acomodó en mi boca, la disfruté de la mejor manera, mordía su glande, su cabecita, mientras soportaba los movimientos de los ataques que recibía desde mi vagina, eres una diosa, me decía mi abuelito, sabes usar esa boca de una manera sinigual, fantástica, los abuelitos sudaban copiosamente en ese momento, quieren descansar un poco o quieren seguir, o cambiamos de posición,
Se acostaron los dos, uno al lado del otro, yo me ubiqué en la mitad de ellos, mi boca y mis manos, fueron las encargadas de hacer gozar a estos dos sinvergüenzas infieles, ellos se miraban entre sí y se reían, estamos en el cielo o en el infierno, comentaban, esto es la dicha, estamos gozando, entonces es el cielo, por momentos mis manos cogían una verga cada una, un instinto de frotar hacia arriba y hacia abajo salía sin pensarlo mucho, me agachaba y las turnaba para chupar y volvía a quedar sentada, levanté una de mis rodillas, me acomodé y me senté sobre una estaca de esas, la guardé dentro de mis labios vaginales, comencé a hacer movimientos circulares encima de él, me vas a hacer venir ya, pareces una licuadora, gritó el viejito, me lo saqué y lo dejé en ascuas,
Repetí el ejercicio anterior con el otro viejito, no te vayas a derramar adentro de mí, le advertí, quiero ver cómo se vienen en mi cara, listos, me dijo, me apoyé de manos en su pecho, comencé a hacer movimientos circulares y de arriba – abajo, no tardó en decir, ya, ya, ya, pónganse de pies, les dije, comencé a mamar de una de esas ...